¿Quién eres tú?
Con el hielo de tu mano
con tu pálida mirada
con tu luna de costado.
No romperás
con tus sólidas caricias
el yantar de mi universo
el silencio de la brisa.
Habrá que hacerle a la voz
un abanico de seda
que diga a los cuatro vientos
lo poco que de ti queda.
Que cuando muere el amor
el alma se desmelena
y quiere que no se escape
aquel recuerdo sin pena.
¿Quién eres tú?
En el fondo de mi vida
como un mar sin agua, seco
como un sueño sin salida.
No cortarás
mis alas de mariposa
mi galope por estrellas
mi sonrisa más preciosa.
Paco Damas
Rozalén, Pilar Jurado, Cristina del Valle, Roko, Carmen París, Amparo Sánchez (Amparanoia), Clara Montes, Marina Heredia, Argentina, Carmen Linares, La Shica y Paco Damas
Tienes la luz de una estrella
allá en la frontera
sobre tu camino.
Tienes la luz de la aurora
allá en la loma
sobre tu destino.
Tienes la luz de la luna
allá en la colina
sobre tu vestido.
Tienes junto al río Bravo
allá en el cerro
piedra y camino.
Pidiendo que:
todo lo que es bueno
se vuelva plateado.
La brisa va murmurando
que tu dolor será calmado,
en esta noche tan clara.
Que todo lo bueno
sea plateado.
Y así, así en esa paz reencontrada
podrás seguir la ruta de tu estrella
con pasos frescos hacia la primavera:
madre de Juárez, madre de Mayo.
Y así, así en esa paz reencontrada
podrás seguir la luz de tu lucero
en la bondad de esta noche tan clara.
Para ti, madre del mundo.
Se levantó algo inquieta la mañana,
-entre nubes bajas, una tensa paz-;
los críos se han ido al cole protestando,
y el gato no quiere salir a rondar.
Ya es mediodía, y nada de nada;
el cielo promete, pero aún no da.
Los niños lo miran más que a la pizarra,
y aunque de reojo, la maestra, igual.
Y en el cristal, ¡un copo, al fin!
…lo trae el viento desde Navaín.
Ya está toda la escuela, nariz en la ventana,
soñando los bolazos “que algún fato va a llevar”.
La virgen de la escarcha subió a su catedral:
arriba en la montaña por fin se ha puesto a nevar.
Hoy en la mesa, esta no era mi casa:
se han comido todo, ¡y sin rechistar!
El flan a la boca de una cucharada,
¡y corriendo al patio!; la perra, detrás.
¡Un copo al fin!... y al fin tras él
como el plumón de un ángel al caer:
confeti de la nube, tropel de estrellas blancas,
sutil lluvia de nata, helada espuma de cristal…
El valle se ha hecho templo –penumbra tibia y paz-…
La tarde se arrodilla en trance para ver nevar.
Un revolar de querubines con bufanda;
los monaguillos montan bronca ante el altar.
Con devoción cumplen los ritos de la nieve:
¡cien mil bolazos!, y a patinar.
La calle en cuesta sirve de “esbarizaculos”,
y un gran muñeco hay que levantar.
Al pantalón le han roto la culera
y el pequeño trajo en la frente un chichón.
Fuera está la noche nieva que te nieva.
La casa ya duerme; solo quedo yo.
¿Te marchas ya, día feliz?
Gracias a ti recuerdo como fui.
¿Por qué la infancia vuelve en cuanto cae la nieve?;
¿por qué el geranio seco se aventura a rechitar?
¿Por qué este manto blanco al alba se ha de helar?...
Vivir es aprender que todo cambia sin cesar.
¡Buenas noches, gato!;
casi me olvido de ti.
¡Óyeme, ovillo peludo,
es tu hora de salir!
¡No te atuses los bigotes,
y a la calle de una vez!
¡Ayayay!, pobres gatitas,
hoy en vano esperaréis.
(…tic-tac, tic-tac, tic-tac)
En el silencio, mientras llega el sueño,
al cerrar los ojos creo oir nevar.
Y en cuanto me duermo, escucho a mi abuelo:
- Si en Boltaña nieva, en Yeba ¿qué será?
Tú pensabas que yo nunca iba a salir de tu tormento.
Que me iba a conformar, sin más, con un infeliz.
Pero tú...
¿De qué árbol piensas que he caido?
si crees que estaré contigo por los siglos de los siglos.
Y la única que es dueña de mi vida soy yo misma.
Quién decide cuando quiere llorar o bien sonreír.
Pero tú...
Te crees encima imprescindible, cuando es mejor si prescindes
y te alejas de mí.
Que me arrepiento de los besos que te he dado
de secretos confesados
de las noches sin dormir.
De tus lamentos apoyado en mi pecho
no tienes ningún derecho
a hacerme sufrir.
Me engañabas con trabajo cada noche que salías.
Y yo como tontica, feliz, pensando siempre en ti.
Pero tú...
Además de golfo, idiota
crees que no me enteraría
al pegármelo con otras.
Y ahora tiene ganas de devorar el mundo.
De ser libre, de reírse y demostrar que es algo más.
Pero tú...
Arrastrado y por los suelos
te lamentas lo perdido
y lo nunca merecido.
Que me arrepiento de los besos que te he dado
de secretos confesados
de las noches sin dormir.
De tus lamentos apoyado en mi pecho
no tienes ningún derecho
a hacerme sufrir.
Desde que tú te has ido
desde que te has marchado
mis manos tienen frío
por no tener tus manos.
Desde que tú te has ido
desde que me has dejado
yo solo soy la sombra
de aquella que has amado.
Y en mi jardín pequeño
de sueños y esperanzas
hay un rumor a invierno amor
sin ti no tengo nada.
Desde que tú te has ido
desde que me he quedado
en esta casa nuestra
es que me falta algo
no sé si es el aire
no sé si es la luz
pero cuando miro amor
sé que me faltas tú
pero cuando miro amor
sé que me faltas tú.
Si de tus labios tiernos
bebí todo mi canto
ahora y en silencio amor
quiero llorar mi llanto
ahora y en silencio amor
quiero llorar mi llanto.
Dice la nuestra novia:
-¿Cómo se llama la cabeza?
-No se llama cabeza,
sino campos espaciosos.
¡Ay mis campos espaciosos!
Pase la novia y bese al novio.
Dice la nuestra novia:
-¿Cómo se llama el cabello?
-No se llama cabello,
sino seda de labrar.
¡Ay mi seda de labrar!
¡Ay mis campos espaciosos!
Pase la novia y bese al novio.
Dice la nuestra novia:
-¿Cómo se llama la frente?
-No se llama frente,
sino espada reluciente.
¡Ay mi espada reluciente!
¡Ay mi seda de labrar!
¡Ay mis campos espaciosos!
Pase la novia y bese al novio.
Dice la nuestra novia:
-¿Cómo se llaman las cejas?
-No se llaman cejas,
sino cintas del telar.
¡Ay mis cintas del telar,
¡Ay mi espada reluciente!
¡Ay mi seda de labrar!
¡Ay mis campos espaciosos!
Pase la novia y bese al novio.
Dice la nuestra novia:
-¿Cómo se llaman los ojos?
-No se llaman ojos,
sino ricos miradores.
¡Ay mis ricos miradores!
¡Ay mis cintas del telar!
¡Ay mi espada reluciente!
¡Ay mi seda de labrar!
¡Ay mis campos espaciosos!
Pase la novia y bese al novio.
Dice la nuestra novia:
-¿Cómo se llama la nariz?
-No se llama nariz,
sino dátil datilar.
¡Ay mi dátil datilar!
¡Ay mis ricos mirados!
¡Ay mis cintas del telar!
¡Ay mi espada reluciente!
¡Ay mi seda de labrar!
¡Ay mis campos espaciosos!
Pase la novia y bese al novio.
Dice la nuestra novia:
-¿Cómo se llama la cara?
-No se llama cara,
Sino rosa del rosal.
¡Ay mi rosa del rosal!
¡Ay mi dátil, datilar!
¡Ay mis ricos miradores!
¡Ay mis cintas del telar!
¡Ay mi espada reluciente!
¡Ay mi seda de labrar!
¡Ay mis campos espaciosos!
Pase la novia y bese al novio.
Tuvo que ser aquí con lo mal que aterricé, el porvenir suspenso y este frío calando los huesos.
Tuvo que ser aquí, tan lejos del caliente plato en la mesa, y ese beso antes de dormir.
Tuviste que ser tú esa ansiada luz, mi hogar en la distancia, el árbol que da sombra, mi hueco en la almohada eres tú.
Tuve que ser yo, un valiente a medias con discurso de boca pequeña. ese que olvidó que esto ya pasó, que la historia pierde siempre la memoria, y la vida es circular.
Y dime qué, dime qué hago yo con esto que me araña tanto dentro, dime qué hago con la tela que antes me arropó, dime qué hago con mis labios y estas ganas de besarte.
Y dime tú, dime cómo se controla el pulso cuando rondas cerca, dime cómo ir de frente, dónde puedo esconderme, dime qué hago con tus ojos y estas ganas de mirarlos siempre.
Tuvimos que ser dos, el momento exacto, un oasis entre tanta arena, los que brindaron por la casualidad, la certeza, la ternura de tu boca y este miedo a volar.
Y dime qué, dime qué hago yo con esto que me araña tanto dentro, dime qué hago con la tela que antes me arropó, dime qué hago con mis labios y estas ganas de besarte.
Y dime tú, dime cómo se controla el pulso cuando rondas cerca, dime cómo ir de frente, dónde puedo esconderme, dime qué hago con tus ojos y estas ganas de mirarlos siempre.
Hoy no podía más tragarme
que me siento mal.
Tan afortunado y mal
porque yo no te merezco.
Tengo una mancha en la conciencia
que no se me va.
Y yo venga a frotar
desgastando el sentimiento.
Tendré que hacerte reír
para olvidarte llorando.
Que solo siendo feliz
está la vida brillando.
Y duele vernos morir.
Y como el agua a la sed,
como al pulmón el cigarro,
así he de darme al querer.
Y solo con cantarlos
no redimimos los errores
que me pesan como lastres
y me enseñan a empujones.
La vida es como un río.
Y se secan las flores
si faltan los abrazos
y sobran las razones.
Para empezar a hacerte
consciente de tus pasos.
Que ya son varios años
andando a trompicones.
Tendré que hacerte reír
para olvidarte llorando.
Que sólo siendo feliz
está la vida brillando.
Y duele vernos morir.
Y como el agua a la sed,
como al pulmón el cigarro
así he de darme, sí.
Así he de darme.
Así he de darme al querer.
No tengo penas ni tengo amores
Y así no sufro de sinsabores
Con todo el mundo estoy a mano
Como no juego, ni pierdo ni gano
No tengo mucho ni tengo poco
Como no opino no me equivoco
Y como metas yo no me trazo
Nunca supe lo que es un fracaso
Alegría y tristeza es lo mismo para mí
Que no me interesa sentir
Porque en el ángulo de la vida
Yo he decidido ser la bisectriz
Oh, así soy yo
No me involucro en la pareja
Y así no sufro cuando me dejan
A nadie quise jamás en serio
Y entonces nunca lloro en los entierros
No pasa nada si no me muevo
Por eso todo me chupa un huevo
Y no me mata la indecisión
Si "should I stay, o "should I go"
Ojos que no ven corazón que no siente
Dijo un ciego cornudo una vez
Y no soy como Hamlet Pérez
No me importa nada si ser o no ser
Oh, así soy yo
Dirán algunos, "Ay! que insensible" (Ay! que insensible)
Otros dirán "Que vacío y simple" (Vamo' Roberto)
Y esas palabras las lleva el viento
Como no escucho, no me caliento
No estoy arriba ni abajo
Ya ni mejoro ni voy a empeorar
Y como nunca empiezo nada
No me pone ansioso poder terminar
Oh, así soy yo
Oh, así soy yo
Oh, así soy yo
Oh, así soy yo
(Así) Oh, así soy yo
(Así) Oh, así soy yo
(Así) Oh, así soy yo
En un pueblo de allá por la costa suiza,
-ohé, ohé-,
un viejo pescador,
borrachín, tranquilo, sin dar la paliza
a nadie de su alrededor,
pretendía vivir a su manera,
que era:
salir a pescar.
Y pescar
boquerón, calamar, o alguna ballenita
-que también las da el mar-
y después regresar
con la frente marchita,
como dice el cantar
que se suele volver.
Y vender el pescado en la lonja,
boquerón, calamar,
una esponja
-que también las da el mar-,
y cobrar
lo que hubiera ganado
al vender el pescado.
Y marcharse a gastar
lo que hubiera cobrado,
en comer
y en comprar
cuanto es menester
poseer.
E invitar a beber
y beber hasta el anochecer.
Y arrojar lo que hubiera sobrado
del dinero cobrado,
arrojárselo al mar,
devolver.
Devolverle el dinero.
Y cada amanecer
empezar desde cero.
Pero muchos vecinos denunciáronle al pobre
-ohé, ohé-
por contaminar.
Que sus pocas monedas, sus "vertidos de
cobre",
ponían perdidito el mar.
Y no pudo vivir a su manera,
que era:
¿Qué hacer cuando el hogar no es la morada
donde me encuentro a salvo del dolor?
¿Qué hacer cuando no sé dónde esconderme
y el tiempo nunca juega a mi favor?
¿Qué hacer cuando el amor golpea y deja marca?
¿Qué hacer cuando no puedo separarme
de aquello que me hiere y me hace mal?
¿Qué hacer cuando me acosa y me persigue
y tengo miedo de la oscuridad?
¿Qué hacer cuando el amor
ya no es amor ni es amor ni es nada?
Y cada vez más sola,
más triste y más atrapada.
Y cada vez más débil,
más al borde de la nada.
¿Qué hacer cuando el hogar es el infierno
donde se quema todo lo que soy?
¿Qué hacer cuando he perdido la confianza
rompiéndose en pedazos la razón?
¿Qué hacer cuando el amor golpea y deja marca?
¿Qué hacer cuando la luna ya no alumbra
la senda que nos lleva a la verdad?
¿Qué hacer cuando no hay nadie que me cuide
y todo lo que tengo es soledad?
¿Qué hacer cuando el amor
ya no es amor ni es amor ni es nada?
Y cada vez más sola,
más triste y más atrapada.
Y cada vez más débil,
más al borde de la nada.
En la batalla diaria
hay gestos que dan valor
y hay detalles que se clavan
si les prestas atención.
Regala de ti lo bueno,
camina con corazón
pero escupe tu veneno
si es que hay que ponerle freno
a quien causa tu dolor.
Regala de ti lo bueno
camina con corazón
pero ten siempre presente
el no esperar de la gente
que ofrezca nada mejor que tú.
No exijas,
ve bebiendo la vida,
comparte los tragos,
sembrando en los seres que tienes al lado,
lo que sobrevivirá de ti.
Tú escoges,
sé aliento en la vida,
abono en la tierra,
en un cielo negro pintadas estrellas,
necesario amanecer.
No es fácil,
no es fácil.
Cuando fijas tus besos
ponlos en la balanza,
anda por el camino largo la vieja usanza.
Así se disfruta el paisaje,
se olvidan las desdichas amarillas
y de sabor amargo.
Nuestras palabras se cuecen a fuego lento,
Nuestras intenciones servidas a platos llenos.
Si padre no te hubiese leído esos cuentos...
Si madre no te hubiese dado leche de sus senos...
Para los pocos atentos, despistados ..
Hablamos de diálogos cálidos, infusiones de cardamomo,
un “tú me llamas y yo me asomo”.
Pequeñas maravillas.
Oye, abre el pecho .. deja que crezcan en tu vida.
Regala de ti lo bueno...
Quiero que mires con los ojos de un niño
que con cartones crea un castillo
y será rey de un mundo invisible.
Será rey de un mundo invisible ..
Vente a este mercadillo.
Reuníos con telas y tablas
donde pinto tu estampa
por un poco de cariño.
Que de algo sencillo ..
piedra a piedra se hace un palacio.
Conozco princesas y principitos ..
que cambian su reino por algo tan grande
como una caricia, una mirada, unos labios.
Como una caricia, una mirada, unos labios.
Una caricia, una mirada, unos labios .. unos labios.
Cuando soy un taxista siempre el mar está cerca. Cuando soy un pianista acaricio las notas de tu corazón. Cuando soy un pintor, pinto tu alma de almendros. Cuando soy cocinero sabe tu boca a cabellos de ángel.
Y cuando soy yo mismo, te regalo las llaves de mi laberinto.
Cuando soy un obispo, son tus besos catedrales. Cuando soy un ladrón, robo todas tus penas. Cuando soy un piloto te veo en cada nube. Cuando soy un mendigo brillo de codicia al verte.
Y cuando soy yo mismo, te regalo las llaves de mi laberinto.
Cuando soy un albañil, te construyo un palafito. Cuando soy un profesor apruebo tu conducta. Cuando soy un marinero te regalo los vientos. Y cuando soy un juez te declaro inocente
Y cuando soy yo mismo, te regalo las llaves de mi laberinto.
De lo caminado, desde lo aprendido,
hacia todo lo que nos queda por aprender,
cada paso errado, cada beso herido,
cada vaso que he bebido sin saber por qué.
Desde lo callado, de lo compartido,
hacia todo lo que nos queda por comprender,
cada abrazo dado a brazo tendido,
cada vez que yo no he sido y nadie me cree.
Desde lo perdido, por los apartados,
por los desaparecidos del Estado,
porque no siempre estuvimos a la altura
y puede ser que mereciéramos lo que votamos.
Desde lo luchado, por las luchadoras,
por las madres que crían sus hijas solas,
por las que sembraron soles que alumbraron el camino,
las que aullaron a la luna y así hallaron un sentido.
Desde lo ganado, contra el patriarcado,
este verso va cargado de futuro,
para los parados, por tirar los muros,
para los anestesiados, por los mudos.
Desde lo cedido, hacia lo ocupado,
la liberación nos lleva a recuperar lo nuestro,
a decir esto me gusta, esto no lo quiero,
a doblar la punta de su pipa con los dedos.
Desde lo mamado, para las maestras,
para agradecerles tanto que nos muestran,
para reanimar conciencias, para encontrar la nuestra,
pa' arrancarle a los ojos la venda,
porque el gobierno francés financia por debajo al ISIS
y en todo el mundo lágrimas por la desgracia de París,
así no hay quien se entere del asunto del petróleo,
por todo el odio que infunde la tele y no se ve.
Por las liberadas, por las poderosas,
empoderadas rosas con espinas preparadas
para quien se atreva a opinar sobre sus cosas,
para quienes solo quieran ver esposas.
Hemos venido a romper con esas, perseguimos metas,
los jóvenes queremos recorrer este planeta
aunque la edad nos ate y los años vuelen,
la risa nos delate y la lata de cerveza.
De lo hallado, desde lo vivido,
hacia todo lo que nos queda por recorrer,
cada signo, cada pétalo, cada gemido,
cada vez que no me he ido por miedo a volver.
Desde lo que he amado, los escalofríos
que me elevan hasta el punto de querer creer
que el amor remunerado no es asunto mío,
cada vez que he dado todo sin miedo a perder.
Queremos no fronteras, no personas como mercancía,
gente unida no políticos de sangre fría,
acercar lo que nos une y lo que nos separa
aceptarlo con verdades a la cara
pues se vende cara la unidad,
es por eso que necesitamos fuerte a la comunidad,
por tantos años que vivimos en soledad ya,
por todo el tiempo que perdimos frente a la consola.
El canto nos consuela, el arte nos enriquece,
hacemos malabares con los días y los meses,
relojes de macramé, pintamos atardeceres,
suficiente con llegar a fin de mes bien.
Ya que la escuela nos enseña a envidiar
y la competición como método de vida,
pienso en qué sería si enseñara a respirar,
a solucionar conflictos, a sanar heridas.
La educación es la base, es por eso que este sistema obeso
genera profesores sin vocación,
por eso el colegio no nos muestra la canción,
como referencia ética utiliza a la religión
católica, apostólica, la misma que la de la conquista,
la de la culpa como punto de vista,
la de páguenos por la visita,
homófoba y partidista.
En este capitalista mundo cruel y sanguinario
ha amanecido muerta otra inocente en la portada del diario,
al lado otra patada dada desde el empresario
a otra obrera que mañana no cobrará su salario,
otra mesa con los platos desiertos,
en otra casa que se arrojan los restos al cesto,
otra familia desahuciada por la policía,
otra casa que otro año seguirá vacía.
De lo dicho, desde lo que he hecho,
hacia todo lo que queda por hacer,
voy desaprendiendo, desecho lo que no quiero
de lo que encuentro bien adentro de mi ser.
Desde lo que es mío, desde lo que es nuestro,
que no es nada y lo es todo a la vez,
agradezco que estemos creciendo juntas
pues crecer es aprender a agradecer.
Te levantarás despacio, poco antes de que den las diez, y te alisarás el pelo que con mis dedos deshilé, y te abrocharás la falda, y acariciarás mi espalda con un: "hasta mañana".
Y te irás sin un reproche, te perderé con la noche que llama a mi ventana, y bajarás los peldaños de dos en dos, de tres en tres.
Ellos te quieren en casa... ¡Vete! Se hace tarde, vete ya... Y en el umbral de la puerta... borrarás la última huella que en tu cara olvidé.
Y volverás la cabeza y me dirás con tristeza: "adiós" desde la esquina, y luego saldrás corriendo, la noche te irá envolviendo en su oscura neblina.
Tu madre abrirá la puerta, sonreirá y os besaréis. La niña duerme en casa y en el reloj darán las diez.
Qué bello es vivir
a mí me gusta cada cosa
que la vida nos ofrece
el placer me reconforta
el dolor me fortalece
disfruto cada segundo
y cada segundo que viene
cuando pienso que disfruto
más disfruto es lo que tiene
y cómo me gusta recrearme
disfrutando de cualquier soplo de aire
y cómo me alegro de encontrarme
tan alegre tan feliz tan despreciable.
Qué bello es vivir
cuando me asomo a la ventana
y veo el mundo por la mañana
a mí es que se me alegra el alma
y tengo que sacar el cava
para brindar por esta vida
que está tan bien fabricada
y saco también el confeti
y voy cantando por mi casa
y cómo me gusta recrearme
disfrutando de cualquier soplo de aire
y cómo me alegro de encontrarme
tan alegre tan feliz tan despreciable.
Qué bello es vivir,
qué lindo es amar,
yo te quiero a ti,
tú me quieres más.
Qué bello es vivir,
qué lindo es amar,
yo te quiero a ti,
tú me quieres más.
A cantar... lara, lara, lara, lara.
Reir... ja, ja, je, ji, ja, ja, je, ji.
A bailar... muévelo pa' allí, muévelo pa' allá.
Aplaudir a dos manos milagro, alegría,
por dios ni yo mismo me aguanto...
Pero, qué bello es vivir .
Aunque esta vida me maltrate
de la forma más espeluznante
yo saldré cada día a la calle
con mi sonrisa más grande
y aunque nadie me soporte
esta felicidad absurda
y me echen de los bares
y hasta mis padres me huyan.
No es una rara enfermedad mental que todavía no se ha diagnosticado.
Y no es el efecto de alguna cosita que yo sin querer me haya fumado.
Qué bello es vivir,
qué lindo es amar,
yo te quiero a ti,
tú me quieres más.
Qué bello es vivir,
qué lindo es amar,
yo te quiero a ti,
tú me quieres más.
A cantar... lara, lara, lara, lara.
Reir... ja, ja, je, ji, ja, ja, je, ji.
A bailar... muévelo pa' allí, muévelo pa' allá.
Aplaudir a dos manos milagro, alegría,
por dios ni yo mismo me aguanto...
Lara, lara, lara, lara...
Ja, ja, je, ji, ja, ja, je, ji...
(Muévelo pa' allí, muévelo pa' allá) lara, lara, lara, lara.
Viva y bravo, alegrida, ilusión que bonico es vivir si se os nota en la cara que estáis deseando que acabe para hincharos de a... para hincharos de aplaudir.
Esto es una canción que va dedicada a todos los países que entran dentro del área, de lo que se ha dado en llamar la cultura latina…
Países como Perú, Guatemala, Honduras, Chile, ¡Chile!
300 kilos de pueblos latinos todos pueblos hermanos, todos suramericanos.
Recordamos a Cuba, Portugal, Brasil, El Salvador, México, México Distrito Federal, Nicaragua, ¡Nicaragua!
300 kilos de pueblos latinos todos pueblos hermanos, todos suramericanos.
También queremos recordar a Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Ecuador, Quito, a todos los centros latinos de Nueva York, al centro venezolano de Estocolmo, al centro gallego de Buenos Aires…
300 kilos de pueblos latinos todos pueblos hermanos, todos suramericanos.
Yo que nunca supe llegar a mi hora
hoy me quedé esperándote.
Y aunque diga mi oculista
que tengo muy mal la vista
hoy me quedé mirándote.
Y pese a que el insomnio me desvela cada noche
hoy me quedé; soñándote...
Yo que hablo hasta debajo del agua
hoy me sorprendí escuchándote.
Y aunque de puro cobarde
siempre he sido pacifista,
hoy te luché;
y te gané.
Yo, que siempre he sido de poner tierra por medio
hoy te vi, y me quedé.
Aunque soy alérgico a la franela me quedé en tu cama.
No combinan mis cortinas con tus entretelas
y aún así hoy cocino en tu cocina, corazón;
canela en rama.
Hoy cocino en tu cocina, corazón.
Yo que siempre fui animal nocturno
hoy me quedo a ver amanecer.
Y yo que siempre fui rockero
hoy te canto por boleros
ay "si tú me dices ven"...
Yo que siempre he huído de las modas
hoy visto Pret a Porter.
Son las cosas de la vida,
son las cosas del querer.
Yo venía de visita,
yo venía de visita y me quedé.
Aunque soy alérgico a la franela me quedé en tu cama.
No combinan mis cortinas con tus entretelas
y aún así hoy cocino en tu cocina, corazón;
canela en rama.
En tu cocina, corazón, canela en rama
En tu cocina, corazón.
Yo que nunca supe llegar a mi hora
hoy me quedé esperándote...
Aquel mensaje que no debió haber leído
aquel botón que no debió haber pulsado
aquel consejo torpemente desoído
aquel espacio, era un espacio privado.
Pero no tuvo ni tendrá la sangre fría,
ni la mente clara y calculadora,
y aún creyendo saber en lo que se metía
abrió una tarde aquella caja de Pandora.
Y la obsesión
desencripta lo críptico
viola lo mágico
vence a la máquina;
y tarde o temprano
nada es secreto
en los vericuetos
de la informática.
Leyó a mordiscos en un lapso clandestino
tragando aquel dolor que se le atragantaba,
sintiendo claramente el riesgo, el desatino
de la pendiente aquella en la que se deslizaba.
Y en tres semanas que parecieron años
perdió las ganas de dormir y cinco kilos,
y en flashbacks de celos aún siguen llegando
las frases que nunca debió haber leído.
Y en esa espiral
la lógica duerme,
lo atávico al fin
sale del reposo;
y no hay contraseña,
prudencia, ni pin,
que aguante el embate
de un cracker celoso
¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Tanta sangre que se llevó el río
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Como un documento inalterable
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Aunque los satélites no alcancen
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Querían enseñarme a amar a su manera
Que atara el porvenir, que no le permitiera
Trepar la enredadera de otros cuerpos, colgarse de otras risas
Colarse en la boca de otras fieras, fieras
Me habían preparado la cartilla sencilla
Decían que no dijera la verdad
Si no me apetecía que me hicieran las cosquillas hoy a mí
Hoy aquí, hoy ahora
Amar sin condiciones
Amar sin esperar
Amar, amar por dar no más, no más por dar amar
Sin amarrar
Todo está escrito ya en el amor moderno
Monógamo voraz, recluso incluso enfermo
Exento de verdad, tan cuerdo tan tenaz
Cadena de los cuerpos huecos
Que amar sea amistad brutal entendimiento
Confesión de libertad, espacio y tiempo
Que amar sea ternura y no amargura
Derroche no reproche
Que amar sea apertura
La cura y la locura
Amar sin condiciones
Amar sin esperar
Amar, amar por dar no más, no más por dar amar
Amar con conexiones
Amar por aflorar
Amar como cantar por dar no más, por dar amar
Sin amarrar
Amar es tan sinónimo a vivir que no puedo asumir
Amor violento
Todo el mundo intentando venderte algo
intentando comprarte, queriendo meterte
en su melodrama, su Karma, su cama
su salto a la fama, su breve momento de gloria
sus dos megas de memoría.
Subirte a su nube, como un precio que sube
para luego exhibirte, como un estandarte
No encuentro nada más valioso que darte
nada más elegante, que este instante, de silencio, silencio.
El índice vertical entre la boca y la nariz
el eco en la catedral, la brisa en la enredadera
entremos en el sonido hasta el penúltimo matiz
hagámosle caso al gesto, de la foto de la enfermera.
Y cuando el ruido vuelva, a saturar la antena
y una sirena rompa la noche inclemente
no encontraremos nada más pertinente
que decirle a la mente: detente, silencio, silencio.
Bésame ahora
antes que diga algo completamente inadecuado.
No hay que desperdiciar
una buena ocasión, de quedarse callado.
Y cuando el ruido vuelva, a saturar la antena
y una sirena rompa la noche inclemente
no encontraremos nada más pertinente
que decirle a la mente: detente, silencio, silencio, silencio.
Calla, no remuevas la herida.
Llora siempre en silencio.
No levantes rencores,
que este pueblo es tan pequeño...
Eran otro tiempos.
Calla, no remuevas la herida.
Llora siempre en silencio.
No levantes rencores,
que este pueblo es tan pequeño...
Eran otro tiempos.
Todos le llamaban Justo,
justo, de nombre y de acción.
El mayor de 5 hermanos,
elegante, el más prudente.
De un pueblito de la Sierra del Segura.
Sastre y leñador de profesión.
Se hablaba con la Asención,
morenita, la de Amalio.
De los pocos que leía,
estudiaba por las noches
en los tres meses de invierno.
Él cantaba por las calle
siempre alegre una canción.
Al final del 38 son llamados a la guerra
la generación más joven, "La quinta del Biberón"
se subieron al camión,
como si fuera una fiesta
pero él fue el único que no volvió.
Y ahora yo, logro oírte cantar.
Se dibuja tu rostro en la armonía de este lugar.
Y ahora yo, logro oírte cantar.
Si no curas la herida,
duele, supura, no guarda paz.
Tras trece días sin noticias,
la alegría de un segundo:
llega una carta de vuelta,
otra de su compañero
"Fue una bala, nos leía el diario,
me quedé con su cuchara
la guerrera y el mechero".
La madre Llanos baja
gritando por la cuesta:
"¡canallas!, ¡me lo habéís matado!"
sin una flor, sin un adiós
la única tumba, la de su corazón.
Pero ahora yo, logro oírte cantar.
Se dibuja tu rostro en la armonía de este lugar
Y ahora yo, logro oírte cantar.
Si no curas la herida,
duele, supura, no guarda paz.
No guarda paz
no guarda paz
no guarda paz
no guarda paz
no guarda paz
no guarda paz.
Quiéreme niña,
quiéreme niña, quiéreme siempre.
Quiéreme tanto,
quiéreme tanto, como te quiero.
A cambio de esto,
yo te daré
la caña dulce, la dulce caña
y el buen café...
Lejos del valle y de la capital, donde la cordillera se hace azul, donde la distancia es el monte
y al cielo se le trata de tú a tú.
Donde los pastores crearon un país, donde la justicia era un honor, esa es la tierra donde yo nací. Noble hogar donde un día los hombres marcaron su ley.
Hay una cruz en El Saso donde los mastines aúllan soledad, donde cada noche enciendo el fuego pa' cenar migas, uva y vino por los que se han ido.
Yo maldigo la ciudad porque todos se fueron de aquí, solo quedábamos Germán y yo. Germán se murió en Febrero, ahora solo se oye su ganado. Ahora solo el eco y yo.
Hay una cruz en El Saso donde los mastines aúllan soledad, donde cada noche enciendo el fuego pa' cenar migas, uva y vino por los que se han ido.
Yo maldigo la ciudad. "Padre, que el pueblo ya no es pa' vivir, venga con nosotros a Madrid..." Así me hablan mis hijos pero yo me quedo, y aquí he de morir.
Con las manos llenas y un nombre de rey, marcado por el viento y por el sol, mi vida es parte de esta tierra. Yo pertenezco a esa raza de hombres que un día marcaron su ley.
Aquel día fue el más frío
Del enero más amargo
Quizá el invierno más largo
Que el amor ha conocido
Ella fumando tirita
Superviviente de aludes
Él escribiendo en la nube
De su boca un todavía
Él sale de algún garito
Como perdido en la niebla
Ella busca primaveras
Mientras fuma un cigarrillo
Y allí en mitad de la nada
En la intemperie se encuentran
Queda la calle desierta
Cuando cruzan la mirada.
Y nieva
Sobre mi espalda cansada
Sobre mi casa atrapada
En una bola de cristal
Que la soledad agita
Cuando todo se termina
Cuando todo acaba mal.
Y nieva, nieva y nadie dice nada
Quedan solo las pisadas
De los que salen de escena
Nieva y solo se sonríe
Se congelan los jazmines
La escarcha trepa mis piernas y nieva.
Buscando la piel calor
Sin querer se han acercado
Hace frío alguien ha hablado
Conversación de ascensor
Tiene lo eterno un principio
En el Big Bang más pequeño
Llena la nieve el silencio
Se asoman al precipicio
Del pasado y sus fantasmas
Mientras la nieve los cubre
Y faltan a la costumbre
De ser prudentes y charlan
Sin pudor y sin blindajes
Y la noche se derrumba
La nieve no para nunca
Y se olvidan de los planes.
Y nieva sobre mi espalda cansada
Sobre mi casa atrapada
En una bola de cristal
Que la soledad agita
Cuando todo se termina
Cuando todo acaba mal.
Y nieva, nieva y nadie dice nada
Quedan solo las pisadas
De los que salen de escena
Nieva y solo se sonríe
Se congelan los jazmines
La escarcha trepa mis piernas y nieva.
Llega por fin el abrazo
Ya casi no sienten frío
Quedan los dos ateridos
Los cuerpos entrelazados
Tienen miedo del futuro
Ninguno quiere moverse
Los planes siempre se tuercen
El amor es como humo
Ya nadie se marchará
Ya la nieve los oculta
Es el miedo quien sepulta
Bajo la nieve un quizá
Queda enterrada la vida
De un invierno para siempre
No hay verano que deshiele
El recuerdo de esta herida.
Y nieva
Sobre mi espalda cansada
Sobre mi casa atrapada
En la bola de cristal
Que la soledad agita
Cuando todo se termina
Cuando todo acaba mal
Y nieva, nieva y nadie dice nada
Quedan solo las pisadas
De los que salen de escena
Nieva y solo se sonríe
Se congelan los jazmines
La escarcha trepa mis piernas y nieva.
Intenté buscar tu imagen y la noche era una loba que se iba.
Llueve lento en la avenida y los árboles me miran al pasar.
Me sumerjo en ese río de los coches y la gente que camina,
una vez más...
Los relojes se han parado, pido fuego y alguien pasa, va corriendo.
En los cubos de basura una sombra busca algo que comer.
Llueve en los escaparates y unos jóvenes se besan en la acera,
va a amanecer...
Buscaré tu cabellera de lejano cometa
no estaré ni un solo día cansado de soñar,
cantaré con la alegría del que va siempre a tu lado.
Mi libertad...
Los periódicos mojados y la luna que me mira indiferente.
Unos pasos se detienen y una anciana busca lenta su portal.
Amanece en los tejados y te doy mis pensamientos, vuelvo a casa,
por ver si estás...
Buscaré tu cabellera de lejano cometa,
no estaré ni un solo día cansado de soñar,
cantaré con la alegría del que va siempre a tu lado.
Mi libertad...
Esta es la canción de la carretera
del que sale a dar todo lo que lleva
del que va buscando lo que le falta
el que nunca teme lo que le espera.
Esta es la canción que prende la mecha
para la explosión de cositas buenas
que merezco y que no voy a negarme
por esa obsesión de sentirme siempre mal
de perderte sin querer
de buscarte en cada bar
no estás...
Vámonos los dos a perder el miedo
a seguir el ritmo de los latidos
vamos corazón a poner en vuelo
este amor que nos puso en el camino
a ti y a mí
amándonos
no hay quien nos pueda
a ti y a mí, a ti y a mí, amándonos
amándonos
no hay quien nos pueda.
Vámonos los dos a perder el miedo
a seguir el ritmo de los latidos
vamos corazón a poner en vuelo
este amor que nos puso en el camino
a ti y a mí
amándonos
no hay quien nos pueda
a ti y a mí, a ti y a mí, amándonos
amándonos
no hay quien nos pueda.
Una niña triste en el espejo me mira prudente y no quiere hablar
hay un monstruo gris en la cocina
que lo rompe todo
que no para de gritar.
Tengo una mano en el cuello
que con sutileza me impide respirar
una venda me tapa los ojos
puedo oler el miedo y se acerca.
Tengo un nudo en las cuerdas que ensucia mi voz al cantar
tengo una culpa que me aprieta
se posa en mis hombros y me cuesta andar.
Pero dibujé una puerta violeta en la pared
y al entrar me liberé
como se despliega la vela de un barco.
Desperté en un prado verde muy lejos de aquí
corrí, grité, reí
sé lo que no quiero
ahora estoy a salvo.
Una flor que se marchita
un árbol que no crece porque no es su lugar
un castigo que se me impone
un verso que me tacha y me anula.
Tengo todo el cuerpo encadenado
las manos agrietadas
mil arrugas en la piel
las fantasmas hablan en la nuca
se reabre la herida y me sangra.
Hay un jilguero en mi garganta que vuela con fuerza
tengo la necesidad de girar la llave y no mirar atrás.
Así que dibujé una puerta violeta en la pared
y al entrar me liberé
como se despliega la vela de un barco.
Desperté en un prado verde muy lejos de aquí
corrí, grité, reí
sé lo que no quiero
ahora estoy a salvo.
Así que dibujé una puerta violeta en la pared
y al entrar me liberé
como se despliega la vela de un barco.
Aparecí en un prado verde muy lejos de aquí
corrí, grité, reí
sé lo que no quiero
ahora estoy a salvo.
Fuimos cerrando, uno a uno cuatro bares,
Montevideo, ya hacía rato, amanecía.
Vos me augurabas oropeles y ultramares
y al regresar del baño, ¿quién no te creería?
Desorientado y confundiendo vocaciones,
yo estaba preso en mi alegría diletante.
Me fui a Madrid, con mi guitarra y mis canciones
haciendo caso a tu consejo delirante.
Y hoy que pasaron 22 diciembres ya
de aquella noche loca que selló mi suerte
esta canción - más vale tarde que jamás -
la escribo para agradecerte.
Y aunque sé bien que con tu empaque de Alatriste
te da pudor la confesión de borrachera,
creo que sabes que el regalo que me hiciste
me cambió la vida entera.
Te quiero mucho más de lo que te lo cuento.
Te veo mucho menos de lo que quisiera,
y como yo, una jauría de sedientos
que fuiste recogiendo por la carretera.
Te debo la "Milonga del moro judío"
y otra turné por el Madrid de los excesos,
donde aprendí a domar más de cien desvaríos
y a robar más de mil besos.
Tengo el detalle de camuflar tu apellido
y quien lo quiera adivinar, que lo adivine,
para nombrar a quien estoy agradecido,
pongamos que hablo de Martínez.
Y aunque sé bien que con tu empaque de Alatriste
te da pudor la confesión de borrachera,
creo que sabes que el regalo que me hiciste
me cambió la vida entera.
Creo que sabes que el regalo que me hiciste
me cambió la vida entera.
Pensando estaba que te me escabullías, cuando vi tu nombre en la llamada entrante.
Bendita cada onda, cada cable, bendita radiación de las antenas.
Mientras sea tu voz la que me hable, como me hablaste hace un minuto apenas.
Te quiero, te querré, te quise siempre. Desde antes de saber que te quería. Te dejo este mensaje simplemente para repetirte algo que yo sé que vos sabías.
Perdonen que insista en elogiar las telecomunicaciones. Aunque todos creen que han inventado algo y siguen siendo las mismas, las canciones.
Benditos los rollos de papiro benditas servilletas de los bares que han guardado idénticos suspiros desde el"Cantar de los cantares".
Te quiero, te querré, te quise siempre. Desde antes de saber que te quería. Te dejo este mensaje simplemente para repetirte algo que yo sé que vos sabías.
Noches en vela, nombres en clave, cuántos secretos, versos galantes. Mil confesiones delirantes.
Pasan milenios cambian los nombres de los amantes, cambian el atuendo, pero el mensaje sigue siendo:
Te quiero, te querré, te quise siempre. Desde antes de saber que te quería. Te dejo este mensaje simplemente para repetirte algo que yo sé que vos sabías.
He viajado a pueblos sin sacristán,
donde no sangran por rencor.
He llorado al ver una catedral,
levantada con dolor.
El amor me brotó un día de abril,
bajo una higuera del edén.
Noche mágica de Nueva York,
la recuerdo con desdén.
Yo nací en un parto sin doctor,
una noche de vendaval.
Cuando abrí los ojos me inundó,
un asombro mineral.
Jamás pude ver luego de mayor
ese cielo tan maternal.
Una vez me pasé en soledad
siete días sin hablar.
Por más que te esfuerces, no
lograrás poderlo entender.
Hay un sitio, hay un lugar,
donde no es fácil converger.
La noche brilla más que el sol,
donde tú eres el timonel.
Por más que lo busques no,
solo es Teruel.
El desierto será tu inmenso hogar
y la nieve te abrazará.
El mudéjar no es una decoración,
hay estrellas para comprar.
Es extraño, pero es pura verdad,
en Teruel quisieron nacer.
Gente rara como Chomón,
gente rara como Buñuel.
Si no tienes cerca un manantial,
si tu patria no tiene luz,
si las calles muerden al pasear,
si no puedes llevar tu cruz.
Si el paisaje tuyo es una pensión
sin domingos y sin pastel.
No te amargues por una vez,
te dejamos ser de Teruel.
Por más que te esfuerces no,
lograrás poderlo entender.
Hay un sitio, hay un lugar,
donde es fácil envejecer.
La noche brilla más que el sol,
donde tú eres el timonel,
por más que lo busques no,
solo es Teruel.
Por más que te esfuerces no,
entenderás esta quimera.
Es muy fácil ser de Pekín,
es muy fácil ser de Estambul,
es muy fácil ser de Madrid.
Mas de Teruel no es cualquiera.
Si lo que quieres es vivir cien años no
pruebes los licores del placer,
si eres alérgico a los desengaños
olvídate de esa mujer.
Compra una máscara antigás,
mantente dentro de la ley,
si lo que quieres es vivir cien años haz
músculos de cinco a seis.
Y ponte gomina que no te despeine el
vientecillo de la libertad,
funda un hogar en el que nunca reine
más rey que la seguridad.
Evita el humo de los clubs,
reduce la velocidad,
si lo que quieres es vivir cien años
vacúnate contra el azar.
Deja pasar la tentación, dile a
esa chica que no llame más,
y si protesta el corazón en
la farmacia puedes preguntar:
"¿Venden pastillas para no soñar?"
Si quieres ser Matusalén vigila tu colesterol.
Si tu película es vivir cien años no lo
hagas nunca sin condón.
Es peligroso que tu piel desnuda
roce otra piel sin esterilizar,
que no se infiltre el virus de la
duda en tu cama matrimonial.
Y si en tus noches falta sal para
eso está el televisor,
si lo que quieres es cumplir
cien años no vivas como vivo yo.
Ana tiene un mensaje pintado de azul en el ojo derecho
Ana tiene un mal día grabado en los labios partidos, por cierto
Ana tiene un secreto que no sabe nadie aunque no es un secreto
Y un día cualquiera es el último día, y un día de estos.
Ana cree que el mundo es enorme pero no lo bastante
A Ana le engañan diciendo si te vas no tardaré en encontrarte
Ana no tiene claro a partir de cuando todo se volvió negro
Pero él dijo un día antes muerta que viva, con otro ni en sueños
O cuando escupía diciendo tu vida será puro miedo
Abrir las alas y volar dejarlo todo sin hacer
y largarse pronto con lo puesto
Quién quiere ver lo que Ana ve una noche otra también
La vida es bella pero quién quiere ver lo que Ana ve
Y dónde puedes ir cuando tú sabes bien que irá por ti
Cómo vas a gritar si sabes que nadie te escuchará
Todos dirán vaya exageración no será tanto no
Mientras esculpe a golpe de puño su nombre en tus huesos
Mientras te tapa la boca y te aplasta un cigarro en el pecho
Abrir las alas y volar dejarlo todo sin hacer
y largarse pronto con lo puesto
Quién quiere ver lo que Ana ve una noche otra también
La vida es bella pero quién quiere ver lo que Ana ve
Recuerda que dijo antes muerta que viva
Con otro ni en sueños
O cuando esculpía a golpe de puño
Su nombre en tus huesos
Abrir los brazos y volar dejarlo todo sin hacer
Y largarse pronto con lo puesto
Quién quiere ver lo que Ana ve, una noche otra también
La vida es bella pero quién quiere ver lo que Ana ve