miércoles, marzo 09, 2011
Quiero aire
Quema como el diablo
el maldito calor
hasta fundir el techo con el suelo.
Cada vez se encoge más la habitación
caen las moscas a mis pies.
Anuncia la del tiempo
que "welcome" al infierno.
¿Qué demonios hago aquí?
No me tocaba aún a mí.
¿Qué demonios hago aquí?
Aire...
quiero aire
Como la brisa del mar
aire para respirar.
Me cuelgo de las aspas del ventilador,
y doy vueltas, y vueltas, y vueltas,
el termómetro revienta aquí ya no hay perdón,
ni trinchera a donde huir.
La calle es un desierto
Valencia sigue ardiendo.
Revólver
Revólver
Retales de una vida
De los retales de una vida, sale una canción,
y de los sueños rotos en el corazón
de ese amor perdido, del que no queda ya nada.
De las batallas perdidas, sale un ganador.
De las batallas ganadas, sale un perdedor.
De las sonrisas al viento, hay lágrimas derramadas.
Y los recuerdos al aire me besan la cara.
Sólo recuerdo lo bueno, de lo malo nada.
Aún queda tiempo para el viento, vaya donde vaya,
y que me lleve volando, a tocar a otra guitarra.
De los grandes subidones, siempre hay un bajón.
De las grandes amistades, siempre hay un traidor.
De los acordes mayores, es el más grande y menor.
De las grandes ocasiones, alguna hay mejor.
De los grandes perdedores, hay un ganador.
De sí el mejor del equipo, el latido del corazón.
Y los recuerdos al aire me besan la cara.
Sólo recuerdo lo bueno, de lo malo nada.
Aún queda tiempo para el viento, vaya donde vaya,
y que me lleve volando, a tocar a otra guitarra.
Y los recuerdos al aire.
Sólo recuerdo lo bueno.
Aún queda tiempo para el viento.
Y que me lleve volando, a tocar a otra guitarra.
Celtas Cortos
martes, marzo 08, 2011
Una lluvia violenta y salvaje
Aquel día amenazaba más tormenta
y la tormenta no se hizo de rogar
aunque más de uno creyera en los milagros
el que más y el que menos no sabía qué apostar.
Porque el tiempo es el tiempo y él decide
cómo, dónde y cúando quiere descargar
y a las cuatro cayeron dos rayos segando
de cuajo otro árbol más.
Y cayó hasta calarnos los huesos, y cayó fría
y sin compasión
una lluvia violenta y salvaje hasta hacernos
dudar de si existe Dios.
Y cayó hasta calarnos los huesos como pernos
de vía de tren.
Una lluvia violenta y salvaje hiriendo la
carne abollando la piel.
Y fundidos de rabia impotentes
miramos al cielo queriendo entender
por qué ese brutal aguacero, por qué los dos rayos.
Algo no va bien.
Y si no hay nadie que pueda detener
la tormenta que nos moja sin parar
usaremos nuestra fuerza tanto si está mal o bien
para estar secos por siempre de una vez.
Cometimos el error de imaginar
que algún día todo esto tendrá fin
pero aquí nunca es domingo
siempre cae más de lo mismo.
Porque el tiempo es dueño de la tempestad
y es posible que mañana sea igual
ya veremos quien deja de existir
porque un árbol vale tanto como el precio
de su hacha.
Hoy a lunes de mes de octubre en mi pais
Hoy a lunes de mes de octubre en mi pais.
Revólver
lunes, marzo 07, 2011
Odio
Odio la ensalada de verano y las luces amarillas que alumbran el extrarradio
No soporto las tulipas de las lámparas que anidan en las mesitas de noche cada cuarto
Odio las neveras donde nunca hay nada aparte agua del grifo en botellas de cocacola
No soporto a la gentuza que tiene perro en invierno y en verano va a la calle porque sobra
Odio a los violentos que golpean encubiertos por la ley a sus familias en sus casas
No soporto los mosquitos ni las ratas y el olor a sucio del que no se lava
Odio al que se juega sin escrúpulo ninguno su sueldo en una máquina del bar
No soporto a los que acuden los domingos a la iglesia y luego el lunes son peor que Satanás
No me gustan las cadenas ni los lazos no me gustan las fronteras ni visados
No me gustan los anzuelos ni las balas ni la ley sin la justicia en el que manda
Qué le voy a hacer si con razón o sin razón
Aunque tú me des la vuelta tengo el mismo corazón
Qué le voy a hacer si con razón o sin razón
Y aunque tú me des la vuelta tengo el mismo corazón
No soporto a los que dicen la letra con sangre entra con la sangre yo no pienso negociar
Odio a los torturadores pistoleros y asesinos les deseo cien años de soledad
No soporto a los que hablan siempre a gritos por el móvil nada más aterrizar el avión
Odio a los gallitos de gimnasio porque siempre desprecian mi sudor
No me gusta que me obliguen sin brindarme explicaciones de porqué si o porqué no
No me gusta ni que humillen a los toros ni la caza con hurón
Qué le voy a hacer si con razón o sin razón
Aunque tú me des la vuelta tengo el mismo corazón
Qué le voy a hacer si con razón o sin razón
Y aunque tú me des la vuelta tengo el mismo corazón
No soporto a los ases del volante que a volar a dos cuarenta le llaman su factor riesgo
Me parecen reprimidos y egoístas porque exponen mi pellejo y tu pellejo
No soporto a los perros de la guerra porque se corren disparando su cañón
Odio a los discjockeys asesinos porque siempre me joden la canción
No me gustan las cadenas ni los lazos no me gustan las fronteras ni visados
No me gustan los anzuelos ni las balas ni la ley sin la justicia en el que manda
Qué le voy a hacer si con razón o sin razón
Aunque tú me des la vuelta tengo el mismo corazón
Qué le voy a hacer si con razón o sin razón
Y aunque tú me des la vuelta tengo el mismo corazón
Revólver
domingo, marzo 06, 2011
Y pasa el tiempo
Las cosas parpadean y se mueven
y todo aquello que no tiembla no está vivo.
Las gaviotas volvieron en diciembre
y ahora vuelan otra vez aquí conmigo.
La distancia la marcamos tú y yo a medias
si procuras no tenerme en el olvido.
Yo prometo soñarte mientras duerma
y dormir hasta que estés aquí conmigo.
Y pasa el tiempo y mientras pasa considero
que es una falta de respeto y un engaño tan ruin
que cuando al fin ya sé cómo funciona el juego
se me acaban las monedas, ironías de vivir.
Y la espuma de este mar que me marea
mientras rompe con fragor contra mi oído
recordándome con cada nueva ola
que tú estás aunque no estés aquí conmigo.
Y es que las cosas parpadean y se mueven
y todo aquello que no tiembla no está vivo.
Yo temblaré hasta que me muera si así vienes.
Vente conmigo.
Revólver
Aunque tú no lo sepas
Aunque tú no lo sepas
me he inventado tu nombre
me drogué con promesas
y he dormido en los coches.
Aunque tú no lo entiendas
nunca escribo el remite en el sobre
por no dejar mis huellas.
Aunque tú no lo sepas
me he acostado a tu espalda
y mi cama se queja
fría cuando te marchas.
He blindado mi puerta
y al llegar la mañana
no me di ni cuenta
de que ya nunca estabas.
Aunque tú no lo sepas
nos decíamos tanto
con las manos tan llenas
cada día más flacos.
Inventamos mareas
tripulábamos barcos,
encendía con besos
el mar de tus labios.
Enrique Urquijo
Basado en el poema del mismo título de Luis García Montero
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