Ella es una mujer que no conoce el mar.
Sus piernas tienen el color de las aceras.
Bastante exagerada y algo bipolar.
Es tan humilde y a la vez tan altanera.
La niña vieja que no acaba de crecer.
Que abre sus piernas por la noche a los extraños
La chica eterna del mantón y del clavel.
La adolescente que ha cumplido tantos años.
Ella es frenética, está corriendo siempre.
Puede que un día la hayas visto madrugar.
Pero de noche no hay un alma que la acueste.
Se emborracha fácilmente, siempre encuentra abierto un bar.
Ella es caótica, cercana y orgullosa
te hará pensar que baila solo para ti.
Puede ser que la conozcas, si te digo que su nombre es Madrid.
Ella es tan cariñosa y tan sentimental.
Te acogerá, ella abre sus brazos a cualquiera.
Y, aunque lo oculte, sigue siendo bipolar.
Tan madridista y a la vez tan colchonera.
En ocasiones necesito serle infiel.
Irme unos días, darme un tiempo de descanso.
Pero al estar con otras algo empieza a arder.
Y en poco tiempo voy de vuelta hasta sus brazos.
Ella es frenética, está corriendo siempre.
Puede que un día la hayas visto madrugar.
Pero de noche no hay un alma que la acueste.
Se emborracha fácilmente, siempre encuentra abierto un bar.
Ella es caótica, cercana y orgullosa
te hará pensar que baila solo para ti.
Puede ser que la conozcas, si te digo que su nombre es Madrid.
Puede ser que la conozcas, si te digo que su nombre es Madrid.
Puede ser que la conozcas...
Ella es caótica, cercana y orgullosa
te hará pensar que baila solo para ti.
Puede ser que la conozcas, tal vez te haya enloquecido,
si la viste caminando por el Rastro los domingos.
Ella es frenética, está corriendo siempre.
Puede que un día la hayas visto madrugar.
Pero de noche no hay un alma que la acueste.
Se emborracha fácilmente, siempre encuentra abierto un bar.
Ella es caótica, cercana y orgullosa
te hará pensar que baila solo para ti.
Puede ser que la conozcas, tal vez te haya enloquecido,
si la viste caminando por el Rastro los domingos.
Puede ser que la conozcas, si te digo que su nombre es Madrid.
... es Madrid.
Marwan
Marwan y Jorge Drexler