domingo, octubre 03, 2010

La mala racha


Mientras dura la mala racha
se me cae todo
de los bolsillos
y la memoria.

Mientras dura la mala racha
pierdo las llaves,
los documentos,
el tren y el rumbo
tal como si
tuviese al mundo
en contra de mí.

Mientras dura la mala racha...

Tropiezo con
mi propio pie,
me llueve sal
si tengo sed.

Mientras dura la mala racha
todo lo mezclo,
todo lo enredo,
todo lo rompo.

Mientras dura la mala racha
olvido nombres,
confundo caras
y tengo dudas
si eso será
tan solo pura
casualidad.

Mientras dura la mala racha...

O alguien que no
me quiere bien.
Maldito quien
me maldijo.

Mientras dura la mala racha,
dame cobijo.

Joan Manuel Serrat / Eduardo Galeano

domingo, septiembre 26, 2010

El vendedor




En la plaza vacía
nada vendía
el vendedor.
Y aunque nadie compraba
no se apagaba
nunca su voz,
no se apagaba nunca su voz.

Voy a poner un mercado
entre tantos mercaderes
para vender esperanzas
y comprar amaneceres.

Para vender un día
la melodía
que hace al andar
el agua de ese río
que es como un grito
de libertad.

¿Quién quiere vender conmigo
la paz de un niño durmiendo,
la tarde sobre mi madre
y el tiempo en que estoy queriendo?

Tú eres el que ha pasado,
el que ha llegado,
y el que vendrá.
Vende el árbol que queda
en la arboleda
de la verdad,
en la arboleda de la verdad.

Voy a ofrecer por el aire
las alas que no han volado,
y los labios que recuerdan
la boca que no han besado.

Alza cada mañana
esa campana
de tu canción,
pregonero que llevas
mil cosas nuevas
en tu pregón,
mil cosas nuevas en tu pregón.

Vendo en una cesta el agua
y la nieve en una hoguera
y la sombra de tu pelo
cuando inclinas la cabeza.


Mocedades

El país perdido




Perdido debajo del Monte Perdido
perdido estuviste país.
Mi viejo Condado, señor de los montes
te estabas dejando morir.
Perdido el orgullo, perdido el futuro
perdido, perdido país.

País de silencios, de ausencias y olvidos,
tristes montes y soledad.
País sin historia, pueblo sin raíces,
carrasca que se secará:
sobrabas país, sólo querían agua,
montañas y electricidad.

Los mapas siguieron trayendo tu nombre
¡Quién puede olvidarse de ti!
Tozales altivos y ríos crecidos
gritaban: "¡Seguimos aquí!".
Pero divididos y sin dar batalla
te fuimos perdiendo, país.

Tal vez a trocitos se te fue llevando
la gente que hicieron marchar,
o bajo las aguas de un negro pantano
reposas dormido y en paz,
igual que a los pies de Peña Montañesa
las ruinas de San Beturián.

¡Invoco tu nombre, País del Sobrarbe!
¡Arriba, que hay que despertar!.
Invoco tu nombre, país de mis padres,
país de mis hijos serás,
si despierta el pueblo que escribió los Fueros
y que Aragón supo crear.

Desde el Pirineo a la Sierra de Guara,
cada lugar es mi lugar:
el Ara y el Cinca, el Cinqueta y La Fueva,
Sobrarbe entero eres mi hogar.
Casa dividida es casa caída,
y juntos te vamos a alzar.

¡Venid, dioses que dormís debajo un dolmen!
¡Guerreros y Santos venid!:
hijos de la Historia y de nuestras leyendas,
ayuda os pedimos, ¡venid!.
¡Cruzad ya los puertos, viejos guerrilleros,
reconquistemos el pais!.

Bruchinas de enero, tronadas de agosto,
¡tocad el tambor sin parar!
Si vamos unidos a esta batalla
los rayos de nuevo pondrán
uns cruz de fuego sobre la carrasca,
y Sobrarbe renacerá.



La Ronda de Boltaña

Canción para el esquileo del ganado


Tengo que subir al puerto,
al puerto de Guadarrama,
tengo que pisar la nieve
que me espera una serrana.

Y después de haber subido
y haber pisado la nieve,
ya no me quiere mi dama,
mi dama ya no me quiere.

Ya no me quiere mi dama,
porque bebo mucho vino.
¡Vaya al demonio mi dama!,
tabernera, ¡echa un cuartillo!



Eduardo Paz

jueves, septiembre 23, 2010

Pregón


Al norte tienes las tierras
con riscos y con praderas
donde los ríos reciben
toda su enorme potencia.

Por la frente te recorren
Berdún, Benasque y Boltaña,
flores que gimen de pena
porque nadie las apaña.

Por Huesca pasa tu origen,
por Ayerbe tu tristeza,
por Fraga se van las gentes
del Oriente y la Litera.

Borja es tu brazo derecho,
Zaragoza tu cintura
y vigilando el Moncayo
Tarazona es tu frescura.

Teruel sostiene la base
de esta tierra que te cuento
que, a pesar de estar caída,
la aúpo con gran sentimiento.

Aragón sufre en agosto
y en primavera se hiela,
gracias que luego el otoño
del invierno nos consuela.


José Antonio Labordeta / Las cuatro estaciones

José Antonio Labordeta / Recuento

miércoles, septiembre 22, 2010

Banderas rotas




He puesto sobre mi mesa
todas las banderas rotas
las que nos rompió la vida
la lluvia y la ventolera
de nuestra dura derrota.

Rota permanece aquella
que levantamos al cielo
pensando que la justicia
crecería como un vuelo
de gaviotas en el mar

y vimos cómo al final
sólo nos quedó el recuerdo
de un mástil desarbolado
y unos jirones de tela
rotos por el vendaval.

He puesto sobre mi mesa...

Rota permanece aquella
que ponía libertad
y que aupamos convencidos
que al terminar la batalla
ésta íbamos a ganar

pero todo fue una amarga
e inútil desesperanza
cuando vimos que las huellas
de los grilletes dejaban
duras marcas sin borrar.

He puesto sobre mi mesa...

He puesto sobre mi mesa
todas las banderas rotas
He puesto sobre mi mesa
todas las banderas rotas.


José Antonio Labordeta

Canción de amor


El amor es el silencio
la palabra guardada en el pecho.
Es el mar batiendo contra el mar
son las islas halladas entre la soledad.

Son palomas al viento
huracanes de luz
vendavales de llanto
ríos de juventud
o tan sólo unas manos
unidas a tu voz.

Porque no nos ven hablar
dicen que no nos queremos
porque no nos ven hablar.

El amor es la tormenta
contenida en un aire que inquieta.
Es la luz golpeando la luz
son los árboles rotos dentro de un vendaval.

Son muchachos riendo
campanario y volcán
gritos de despedida
labios para besar
fatigosas mañanas
después de amar.

A tu corazón y el mío
se lo pueden preguntar
se lo pueden preguntar



José Antonio Labordeta / Cantes de la tierra adentro

José Antonio Labordeta / Canciones de amor

lunes, septiembre 20, 2010

Porque avanzamos juntos


La escucho trajinar
entre los críos.
Cuando sus ojos cantan
cantamos todos;
canta la soledad
y canta el río,
canta la calle entera
canta el olvido.

Qué lejos queda ya
aquel principio,
nuestro primer andar
por un otoño
de una ciudad sumida
en un contorno
de amarga represión,
de miedo y odio.

Qué lejos queda ya
aquella incierta edad
donde se prohibía
hablar de libertad.

Eran días de tedio
y cine malo,
días de soledad,
sólo salvados
por la ilusión de estar
siempre a tu lado,
pequeña isla de paz
en un mundo asustado.

Qué lejos queda ya
el gesto de mirar
la luz de los inviernos
sin variar.


A veces con Miguel
o con Vicente,
hablábamos del hombre
y sobre todo
sentimos sobre el rostro
sus presidios,
su muerte vegetal
en el agosto.

Qué lejos queda ya
el lento caminar
por un paseo gris y provinciano.

Ana trajo después
un nuevo ritmo.
Ángela nos dejó
su libertad.
Paula acabó por fin
con el olvido
de un tiempo insolidario
en la ciudad.

Qué lejos queda ya
aquella amarga edad
de dura represión
y cobardía.


José Antonio Labordeta

domingo, septiembre 19, 2010

Albada de la ausencia




Me despido de mi tierra,
de mis montañas y ríos.
Me marcho porque me empujan,
nunca lo hubiera querido.

Aunque me voy, no me voy,
aunque me voy no me ausento.
Aunque me voy de persona,
me quedo de pensamiento.

Me empuja tanta desgana,
los latifundios baldíos.
Me empujan los que se quedan,
provecho de nuestros ríos.

A todos los de esta casa,
Dios les dé salud y vida,
trigo para todo el año
y paz en la despedida.

Espero que dentro de un año,
dentro de tres o de cuatro,
cantemos todos la albada
en libertad y buen trato.

José Antonio Labordeta.

In memoriam


José Antonio Labordeta, Joaquín Carbonell y Eduardo Paz

Yo soy igual


Yo soy igual que mi padre.
Mi padre fue labrador,
yo soy igual que mi padre,

El camino,
la lluvia,
el viento,
el sol.

La tristeza,
el pedrisco,
el árbol sin flor.

El hambre,
el trabajo,
el esfuerzo,
el dolor.

El cansancio,
la tierra,
la muerte,
el adiós.

Todo es igual ayer
y hoy.

Tengo un hermano minero
y otro que será quién sabe.


José Antonio Labordeta

En memoria de mi padre fallecido el 12 de junio pasado y de Labordeta que se nos ha ido esta madrugada.

domingo, septiembre 12, 2010

Quiero beber hasta perder el control





Nunca he sentido igual una derrota
que cuando ella me dijo se acabó.
Nunca creí tener mi vida rota
ahora estoy solo y arrastro mi dolor.

Y mientras en la calle está lloviendo
una tormenta hay en mi corazón
dame otra copa aún estoy sereno
quiero beber hasta perder el control.

Cuántas noches soñé que regresabas
y en mis brazos llorabas por tu error
luego un ruido del bar me despertaba
y el que lloraba entonces era yo.

Y mientras ella está con otro tipo
mis lágrimas se mezclan con alcohol
ella se fue porqué no me lo dijo
y siento que mi vida fracasó.



Fito & Fitipaldis / Vivo para contarlo

Fito & Fitipaldis / A puerta cerrada

Los Secretos

domingo, febrero 07, 2010

La bien pagá




Ná(da) te debo,
ná(da) te pido
me voy de tu vera,
olvídame ya
que he paga(d)o con oro
tus carnes morenas
no maldigas paya,
que estamos en paz.

No te quiero,
no me quieras
si tó(do) me lo diste,
yo ná(da) te pedí
no me eches en cara
que tó(do) lo perdiste
también a tu vera
yo tó(do) lo perdí.

Bien pagá(da),
si tu eres la bien pagá(da),
porque tus besos compré
y a mí te supiste dar
por un puña(d)o de parné
bien pagá(da), bien pagá(da)
bien pagá(da) fuiste mujé(r).

No te engaño,
quiero a otra,
no creas por eso
que te traicioné
no cayó en mis brazos,
me dió sólo un beso,
el único beso
que yo no pagué.

Ná(da) te pido,
ná(da) me llevo
entre esas paredes
dejo sepultá(da)s
penas y alegrías
que te he da(d)o y me diste
y esas joyas que ahora
pa(ra) otro lucirás.



Pedro Guerra

Miguel Poveda

Carlos Cano

Joaquín Sabina

sábado, febrero 06, 2010

Rocío




De Sevilla un patio salpicado de flores
y una fuente en medio con un surtidor
rosas y claveles de todos los colores
que no lo soñara mejor ni un pintor
tras de la cancela de hierro forjado
hay una mocita de tez bronceada
y juntito a ella,moreno y plantado
un mozo encendido que hablandole está
la luna rosa de plata bañó el patio con su luz
muy cerquita de su novia dijo el mocito andaluz

Rocío, ¡ay mi Rocío! manojito de claveles
capullito florecido , de pensar en tus quereres
voy a perder el sentido
porque te quiero mi vida, como nadie te ha querido
Rocío, ¡ay mi Rocío!

Ahora es otro el patio salpicado de rosas,
patio de la monjas de la caridad
donde hasta la fuente llora silenciosa
la canción amarga de su soledad
regando las flores hay una monjita
que como ellas tiene carita de flor
y que se parece a aquella mocita
que tras la cancela le hablaban de amor
la luna rosa de plata, el patio bañado de luz
más ya no suena la copla de aquel mocito andaluz


Miguel Poveda

Milonga del moro judío





Por cada muro un lamento
en Jerusalén la dorada
y mil vidas malgastadas
por cada mandamiento.
Yo soy polvo de tu viento
y aunque sangro de tu herida,
y cada piedra querida
guarda mi amor más profundo,
no hay una piedra en el mundo
que valga lo que una vida.


    Yo soy un moro judío
    que vive con los cristianos,
    no sé qué Dios es el mío
    ni cuáles son mis hermanos.


No hay muerto que no me duela,
no hay un bando ganador,
no hay nada más que dolor
y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela
no importa el disfraz que viste,
perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.


Y a nadie le di permiso
para matar en mi nombre,
un hombre no es más que un hombre
y si hay Dios, así lo quiso.
El mismo suelo que piso
seguirá, yo me habré ido;
rumbo también del olvido
no hay doctrina que no vaya,
y no hay pueblo que no se haya
creído el pueblo elegido.


Jorge Drexler

viernes, enero 29, 2010

Cuídame




Cuida de mis labios,
cuida de mi risa.
Llévame en tus brazos,
llévame sin prisa.

No maltrates nunca mi fragilidad,
pisaré la tierra que tú pisas.

Cuida de mis manos,
cuida de mis dedos.
Dame la caricia,
que descansa en ellos.

No maltrates nunca mi fragilidad,
yo seré la imagen de tu espejo.

Cuida de mis sueños,
cuida de mi vida.
Cuida a quién te quiere,
cuida a quién te cuida.

No maltrates nunca mi fragilidad,
yo seré el abrazo que te alivia.

Cuida de mis ojos,
cuida de mi cara.
Abre los caminos,
dame las palabras.

No maltrates nunca mi fragilidad,
soy la fortaleza de mañana.



Pedro Guerra y Jorge Drexler

Extranjeros




Están por ahí, llegaron de allá
sacados de luz, ahogados en dos
vinieron aquí, salvando la sal
rezándole al mar, perdidos de Dios.

Gente que mueve su casa
sin más que su cuerpo y su nombre
gente que mueve su alma
sin más que un lugar que lo esconde.

Están por aquí, cruzaron el mar
queriendo París, buscando un papel
llegaron de allí, vivieron sin pan
intentan seguir, no quieren volver.

Gente que mueve su casa
sin más que su cuerpo y su nombre
gente que mueve su alma
sin más que un lugar que lo esconde.

Por ser como el aire, su patria es el viento
por ser de la arena, su patria en el sol
por ser extrajero, su patria es el mundo
por ser como todos, su patria es tu amor.

Recuerda una vez que fuimos así
los barcos y el mar, la fe y el adiós
llegar a un lugar pidiendo vivir
huir de un lugar salvando el dolor.

Gente que mueve su casa
sin más que su cuerpo y su nombre
gente que mueve su alma
sin más que un lugar que lo esconde.

Por ser como el aire, su patria es el viento
por ser de la arena, su patria en el sol
por ser extrajero, su patria es el mundo
por ser como todos, su patria es tu amor.

Pedro Guerra

jueves, enero 28, 2010

Nos sobran los motivos




Esta sala de espera sin esperanza,
estas pilas de un timbre que se secó,
este helado de fresa de la venganza,
esta empresa de mudanzas,
con los muebles del amor.

Esta campana muda en el campanario,
esta mitad partida por la mitad,
estos besos de Judas, este calvario,
este look de presidiario,
esta cura de humildad.

Este cambio de acera de tu cadera,
estas ganas de nada, menos de ti,
este arrabal sin grillos en primavera,
ni espaldas con cremallera,
ni anillos de presumir.

Esta casita de muñecas de alterne,
este racimo de pétalos de sal,
este huracán sin ojo que lo gobierne,
este jueves, este viernes,
y el miércoles que vendrá.

No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que estos son
los últimos versos que te escribo,
para decir "con Dios" a los dos
nos sobran los motivos.

Este nido de pájaros disecados,
este perro andaluz sin domesticar,
este trono de príncipe destronado,
esta espina de pescado,
esta ruina de Don Juan.

Esta lágrima de hombre de las cavernas,
esta horma del zapato de barbazul,
que poco rato dura la vida eterna,
por el túnel de tus piernas,
entre Córdoba y Maipú.

Esta guitarra cínica y dolorida,
con su terco knock knockin' on heaven's door,
estos labios que saben a despedida,
a vinagre en las heridas
a pañuelo de estación.

Este Land Rover aparcado en tu dudas,
la rueca de Penélope en Luna Park,
estos dedos que sueñan que te desnudan,
esta caracola viuda
sin la pianola del mar.



Joaquín Sabina

domingo, enero 24, 2010

El círculo




Acuéstate y duérmete, para despertar
sonriente y feliz. Despiértate,
levántate, para cansarte y volver a dormir.
El círculo da la vuelta, y al terminar, la
vuelve a dar.

Discúlpame, perdóname, para que
puedas ofenderte otra vez. Enójate,
castígame, para que puedas quererme
después. El círculo da la vuelta, y
al terminar, la vuelve a dar. Yo te olvidé,
no me olvido más.

Entrégate y ríndete, para que
puedas escaparte después. Libérate y
suéltate, para que puedas quereme otra vez.
El círculo da la vuelta, y al terminar, la
vuelve a dar.

Te dí todo, y ya no doy más. Hoy te
quiero, mañana también. Pasado no,
el año que viene creo que siempre te
querré.



Kevin Johansen

martes, enero 19, 2010

Soldadito marinero




Él camina despacito que las prisas no son buenas,
en su brazo dobladita, con cuidado la chaqueta.
Luego pasa por la calle donde los chavales juegan.
Él también quiso ser niño pero le pilló la guerra.

Soldadito marinero conociste a una sirena
de esas que dicen te quiero si ven la cartera llena.
Escogiste a la más guapa y a la menos buena.
Sin saber cómo ha venido te ha cogido la tormenta

Él quería cruzar los mares y olvidar a su sirena
la verdad, no fue difícil cuando conoció a Mariela,
que tenía los ojos verdes y un negocio entre las piernas.
Hay que ver que puntería, no te arrimas a una buena.

Soldadito marinero conociste a una sirena
de esas que dicen te quiero si ven la cartera llena.
Escogiste la más guapa y a la menos buena.
Sin saber cómo ha venido te ha cogido la tormenta

Después de un invierno malo, una mala primavera
dime por qué estás buscando una lágrima en la arena


Fito y Fitipaldis

lunes, enero 18, 2010

Todo se transforma




Tu beso se hizo calor,
Luego el calor, movimiento
Luego gota de sudor
Que se hizo vapor, luego viento
Que en un ricón de La Rioja,
Movió el aspa de un molino
Mientras se pisaba el vino
Que bebió tu boca roja

Tu boca roja en la mía,
La copa que gira en mi mano,
Y mientras el vino caía
Supe que, de algún lejano rincón
De otra galaxia, el amor que me darías
Transformado volvería, un día, a darte las gracias

Cada uno da lo que recibe
Luego recibe lo que da
Nada es más simple
No hay otra norma
Nada se pierde
Todo se transforma
Todo se transforma

El vino que pagué yo,
Con aquel euro italiano,
Que había estado en un vagón
Antes de estar en mi mano
Y antes de eso, en Torino
Y antes de Torino, en Pratto
Donde hicieron mi zapato
Sobre el que, caería el vino

Zapato que en unas horas,
Buscaré bajo tu cama
Con las luces de la aurora
Junto a tus sandalias planas
Que compraste aquella vez
En Salvador de Bahía
Donde a otro diste el amor, que hoy yo, te devolvería

Cada uno da lo que recibe
Luego recibe lo que da
Nada es más simple
No hay otra norma
Nada se pierde
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma

Supe que, de algún lejano rincón
De otra galaxia, el amor que me darías
Transformado volvería, un día, a darte las gracias

Cada uno da lo que recibe
Luego recibe lo que da
Nada es más simple
No hay otra norma
Nada se pierde
Todo se transforma

Nada se pierde
Todo se transforma

Nada se pierde
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma



Jorge Drexler


Explotación didáctica (Pilar Carilla)

domingo, enero 17, 2010

Hoy que te amo


Hoy que te amo, mujer, amiga y compañera,
vamos a creer que nuestras manos crecen,
y que tenemos mil dedos o diez mil, y que todos
son como antorchas que a la noche amanecen.

Hoy que te amo, voy a incendiar el aire
con la risa y el beso de tu voz y la mía.
Voy a aventar lo que de bueno tenga
con tu contacto de piel amanecida.

Hoy que te amo, dejará de ser
la libertad una palabra escrita en la pared.

Hoy que te amo, el mundo, tú y nosotros
baila en corro una danza solidaria,
y se buscan las manos y nuestro amor de golpe
como una lluvia fértil se derrama.

Estaba yo, ¿te acuerdas?, cantándote estas cosas
junto a la puerta del Museo del Prado.
Un hombre se acercaba, muy amable nos dijo:
"Está prohibido que estén aquí sentados".

Pablo Guerrero


Pablo Guerrero

Luis Eduardo Aute


Para Emilia, el Sol de mi vida

Alma mía


Alma mía sola, siempre sola,
sin que nadie comprenda tu sufrimiento,
tu horrible padecer;
fingiendo una existencia siempre llena
de dicha y de placer,
de dicha y de placer...

Si yo encontrara un alma como la mía,
cuantas cosas secretas le contaría,
un alma que al mirarme sin decir nada
me lo dijese todo con su mirada.

Un alma que embriagase con suave aliento,
que al besarme sintiera lo que yo siento,
y a veces me pregunto que pasaría
si yo encontrara un alma como la mía.

María Greever


Pedro Guerra

lunes, enero 11, 2010

El 7 de septiembre




Parece mentira
que después de tanto tiempo
rotos nuestros lazos
sigamos manteniendo la ilusión
en nuestro aniversario.

La misma mesita
que nos ha visto amarrar
las manos por debajo
cuida que el rincón de siempre
permanezca reservado.

Y aunque la historia se acabó
hay algo vivo en este amor
que aunque empeñados en soplar
hay llamas que ni con el mar.

Las flores de mayo
poco a poco cederán
a las patas de gallo
y nos buscaremos con lo ojos
por si queda algo.

El siete de septiembre
es nuestro aniversario
y no sabremos si besarnos
en la cara o el los labios.

Y aunque la historia se acabó
hay algo vivo en este amor
que aunque empeñados en soplar
hay llamas que ni con el mar.

El siete de septiembre
es nuestro aniversario


Mecano

María en el corazón


Línea 4 "San Bernardo"
y apagándose el verano,
los dos metros se pararon.
Y yo, sentado, mirando.

Sentada en el tren contrario,
también me estaba mirando.
Sonreí, sonrió, y supe
que no estaba soñando.

Pobré a cerrar los ojos
por ver si se evaporaba,
y el destino, en un antojo,
la mantuvo en la ventana.

Dijo su nombre en un gesto
que ni dijo, ni se oía,
pero yo sentí un estruendo,
y el estruendo repetía:

María.
Dijo en silencio.
María.
Repetí ileso.

María.
Sencillamente.
Y yo ileso.
Milagrosamente.

Yo le propuse bajarnos
y sonó como un disloque.
Ella bajó la cabeza,
negando, con un reproche.

Luego volvió a sonreír,
y se dio la vuelta en vuelo,
pintando en el aire olores,
revueltos como pañuelos.

Silbó el metro y de repente,
lo que no empezó, acababa.
Y María entre la gente,
se fue junto a su ventana.

Yo me quedé en el vagón,
moviendo la testa en vano.
María en el corazón.
Y el corazón en la mano.

María.
Dijo en silencio.
María.
Repetí ileso.

María.
Sencillamente.
Y yo ileso.
Milagrosamente.



Patxi Andión

domingo, enero 10, 2010

Albada








Adiós a los que se quedan
y a los que se van también.
Adiós a Huesca y provincia
a Zaragoza y Teruel.

Esta es la albada del viento
la albada del que se fue
que quiso volver un día
pero eso no pudo ser.

Las albadas de mi tierra
se entonan por la mañana
para animar a las gentes
a comenzar la jornada.

Arriba los compañeros
que ya ha llegado la hora
de tener en nuestras manos
lo que nos quitan de fuera.

Esta albada que yo canto
es una albada guerrera
que lucha porque regresen
los que dejaron su tierra.


José Antonio Labordeta / Cantata para un país

Carmen París y Hevia

Asturias, patria querida




Asturias, patria querida,
Asturias de mis amores;
¡quién estuviera en Asturias
en todas las ocasiones!

Tengo de subir al árbol,
tengo de coger la flor,
y dársela a mi morena
que la ponga en el balcón.

Que la ponga en el balcón,
que la deje de poner,
tengo de subir al árbol
y la flor he de coger.

Coral Cima de Parres

Mi querida España




Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

De tu santa siesta
ahora te despiertan
versos de poetas.

¿Dónde están tus ojos?
¿Dónde están tus manos?
¿Dónde tu cabeza?

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

De las alas quietas,
de las vendas negras,
sobre carne abierta.

¿Quién pasó tu hambre?
¿Quién bebía tu sangre
cuando estabas seca?

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Pueblo de palabra
y de piel amarga,
dulce tu promesa.

Quiero ser tu tierra.
Quiero ser tu hierba
cuando yo me muera

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.
Mi querida España,
esta España nueva,
esta España vieja.

De tu santa siesta
ahora te despiertan
versos de poetas.

¿Dónde están tus ojos?
¿Dónde están tus manos?
¿Dónde tu cabeza?

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España viva,
esta España muerta.

De las alas quietas,
de las vendas negras,
sobre carne abierta.

¿Quién pasó tu hambre?
¿Quién bebió tu sangre
cuando estabas seca?

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España en dudas,
esta España cierta.

Pueblo de palabras
y de piel amarga,
dulce tu promesa.

Quiero ser tu tierra,

quiero ser tu hierba
cuando yo me muera.

Mi querida España,
esta España mía,

esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.


Cecilia. (Versión censurada)

Cecilia. (Versión original)

El sitio de mi recreo




Donde nos llevó la imaginación
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos

Donde se creó la primera luz
germinó la semilla del cielo azul
volveré a ese lugar donde nací

De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo
De nieve, huracán y abismos
el sitio de mi recreo

Viento que en su murmullo parece hablar
mueve el mundo y con gracia le ves bailar
y con él el escenario de mi hogar.
Mar bandeja de plata, mar infernal
es un temperamento natural
poco o nada cuesta ser uno más.

De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo
De nieve huracán y abismos
el sitio de mi recreo,

Silencio, brisa y cordura
dan aliento a mi locura
Hay nieve, hay fuego, hay deseos
allí donde me recreo



Antonio Vega

Antonio Vega y José Ignacio Lapido

Gracias a Purificación Llanos