De lo caminado, desde lo aprendido,
hacia todo lo que nos queda por aprender,
cada paso errado, cada beso herido,
cada vaso que he bebido sin saber por qué.
Desde lo callado, de lo compartido,
hacia todo lo que nos queda por comprender,
cada abrazo dado a brazo tendido,
cada vez que yo no he sido y nadie me cree.
Desde lo perdido, por los apartados,
por los desaparecidos del Estado,
porque no siempre estuvimos a la altura
y puede ser que mereciéramos lo que votamos.
Desde lo luchado, por las luchadoras,
por las madres que crían sus hijas solas,
por las que sembraron soles que alumbraron el camino,
las que aullaron a la luna y así hallaron un sentido.
Desde lo ganado, contra el patriarcado,
este verso va cargado de futuro,
para los parados, por tirar los muros,
para los anestesiados, por los mudos.
Desde lo cedido, hacia lo ocupado,
la liberación nos lleva a recuperar lo nuestro,
a decir esto me gusta, esto no lo quiero,
a doblar la punta de su pipa con los dedos.
Desde lo mamado, para las maestras,
para agradecerles tanto que nos muestran,
para reanimar conciencias, para encontrar la nuestra,
pa' arrancarle a los ojos la venda,
porque el gobierno francés financia por debajo al ISIS
y en todo el mundo lágrimas por la desgracia de París,
así no hay quien se entere del asunto del petróleo,
por todo el odio que infunde la tele y no se ve.
Por las liberadas, por las poderosas,
empoderadas rosas con espinas preparadas
para quien se atreva a opinar sobre sus cosas,
para quienes solo quieran ver esposas.
Hemos venido a romper con esas, perseguimos metas,
los jóvenes queremos recorrer este planeta
aunque la edad nos ate y los años vuelen,
la risa nos delate y la lata de cerveza.
De lo hallado, desde lo vivido,
hacia todo lo que nos queda por recorrer,
cada signo, cada pétalo, cada gemido,
cada vez que no me he ido por miedo a volver.
Desde lo que he amado, los escalofríos
que me elevan hasta el punto de querer creer
que el amor remunerado no es asunto mío,
cada vez que he dado todo sin miedo a perder.
Queremos no fronteras, no personas como mercancía,
gente unida no políticos de sangre fría,
acercar lo que nos une y lo que nos separa
aceptarlo con verdades a la cara
pues se vende cara la unidad,
es por eso que necesitamos fuerte a la comunidad,
por tantos años que vivimos en soledad ya,
por todo el tiempo que perdimos frente a la consola.
El canto nos consuela, el arte nos enriquece,
hacemos malabares con los días y los meses,
relojes de macramé, pintamos atardeceres,
suficiente con llegar a fin de mes bien.
Ya que la escuela nos enseña a envidiar
y la competición como método de vida,
pienso en qué sería si enseñara a respirar,
a solucionar conflictos, a sanar heridas.
La educación es la base, es por eso que este sistema obeso
genera profesores sin vocación,
por eso el colegio no nos muestra la canción,
como referencia ética utiliza a la religión
católica, apostólica, la misma que la de la conquista,
la de la culpa como punto de vista,
la de páguenos por la visita,
homófoba y partidista.
En este capitalista mundo cruel y sanguinario
ha amanecido muerta otra inocente en la portada del diario,
al lado otra patada dada desde el empresario
a otra obrera que mañana no cobrará su salario,
otra mesa con los platos desiertos,
en otra casa que se arrojan los restos al cesto,
otra familia desahuciada por la policía,
otra casa que otro año seguirá vacía.
De lo dicho, desde lo que he hecho,
hacia todo lo que queda por hacer,
voy desaprendiendo, desecho lo que no quiero
de lo que encuentro bien adentro de mi ser.
Desde lo que es mío, desde lo que es nuestro,
que no es nada y lo es todo a la vez,
agradezco que estemos creciendo juntas
pues crecer es aprender a agradecer.
Pedro Pastor
Pedro Pastor
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