domingo, junio 22, 2014
Jueves
Si fuera más guapa y un poco más lista
si fuera especial, si fuera de revista
tendría el valor de cruzar el vagón
y preguntarte quién eres.
Te sientas en frente y ni te imaginas
que llevo por ti mi falda más bonita.
Y al verte lanzar un bostezo al cristal
se inundan mis pupilas.
De pronto me miras, te miro y suspiras
yo cierro los ojos, tú apartas la vista,
apenas respiro me hago pequeñita
y me pongo a temblar.
Y así pasan los días, de lunes a viernes,
como las golondrinas del poema de Bécquer
de estación a estación, enfrente tú y yo
va y viene el silencio.
De pronto me miras, te miro y suspiras
yo cierro los ojos, tú apartas la vista
apenas respiro, me hago pequeñita
y me pongo a temblar.
Y entonces ocurre, despiertan mis labios
pronuncian tu nombre tartamudeando.
Supongo que piensas que chica más tonta
y me quiero morir.
Pero el tiempo se para y te acercas diciendo
yo no te conozco y ya te echaba de menos.
Cada mañana rechazo el directo
y elijo este tren.
Y ya estamos llegando, mi vida ha cambiado
un día especial este once de marzo.
Me tomas la mano, llegamos a un túnel
que apaga la luz.
Te encuentro la cara, gracias a mis manos.
Me vuelvo valiente y te beso en los labios.
Dices que me quieres y yo te regalo
el último soplo de mi corazón.
La Oreja de Van Gogh
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