martes, junio 10, 2014

La ciudad que nunca existió


Se agotó el filón de oro,
se bebieron el ron y se largaron todos.
Me he quedado solo
en la ciudad que nunca existió.

Cerró el taller y el salón de baile,
el sereno murió y prohibieron el cante.
Ya nadie hace planes
en la ciudad que nunca existió.

Nada que hacer, todo acabó,
donde había asfalto crecen hierbas salvajes.
Nada que hacer, todo acabó,
se oxidaron las leyes y los puentes colgantes,
están desiertas las calles de la ciudad que nunca existió.

La confusión flotaba en el aire,
yo te hablo de amor y tú de artes marciales.
No hay quien se aclare
en la ciudad que nunca existió.

Nada que hacer, todo acabó,
donde había asfalto crecen hierbas salvajes.
Nada que hacer, todo acabó,
se oxidaron las leyes y los puentes colgantes,
están desiertas las calles de la ciudad que nunca existió.

Ya se cumplió el peor presagio,
se gripó el motor y estoy aquí atascado.
Te estaré esperando
en la ciudad que nunca existió,
te estaré esperando
en la ciudad que nunca existió,
te estaré esperando
en la ciudad que nunca existió,
que nunca existió...
que nunca existió...
que nunca existió...

José Ignacio Lapido

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