¿Dónde estabas entonces,
cuando tanto te necesité?
Nadie es mejor que nadie,
pero tú creíste vencer.
Si lloré ante tu puerta,
de nada sirvió.
Barras de bar, vertederos de amor.
Os enseñé mi trocito peor.
Retales de mi vida,
fotos a contra luz.
Me siento hoy como un halcón
herido por las flechas de la incertidumbre.
Me corto el pelo una y otra vez.
Me quiero defender.
Dame mi alma y déjame en paz
quiero intentar no volver a caer.
Pequeñas tretas,
para continuar en la brecha.
Me siento hoy como un halcón
llamado a las filas de la insurrección.
Manolo García
Manolo García y Miguel Ríos
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