jueves, abril 27, 2017

De Teruel no es cualquiera






He viajado a pueblos sin sacristán,
donde no sangran por rencor.
He llorado al ver una catedral,
levantada con dolor.

El amor me brotó un día de abril,
bajo una higuera del edén.
Noche mágica de Nueva York,
la recuerdo con desdén.

Yo nací en un parto sin doctor,
una noche de vendaval.
Cuando abrí los ojos me inundó,
un asombro mineral.

Jamás pude ver luego de mayor
ese cielo tan maternal.
Una vez me pasé en soledad
siete días sin hablar.

Por más que te esfuerces, no
lograrás poderlo entender.
Hay un sitio, hay un lugar,
donde no es fácil converger.

La noche  brilla más que el sol,
donde tú eres el timonel.
Por más que lo busques no,
solo es Teruel.

El desierto será tu inmenso hogar
y la nieve te abrazará.
El mudéjar no es una decoración,
hay estrellas para comprar.

Es extraño, pero es pura verdad,
en Teruel quisieron nacer.
Gente rara como Chomón,
gente rara como Buñuel.

Si no tienes cerca un manantial,
si tu patria no tiene luz,
si las calles muerden al pasear,
si no puedes llevar tu cruz.

Si el paisaje tuyo es una pensión
sin domingos y sin pastel.
No te amargues por una vez,
te dejamos ser de Teruel.

Por más que te esfuerces no,
lograrás poderlo entender.
Hay un sitio, hay un lugar,
donde es fácil envejecer.

La noche brilla más que el sol,
donde tú eres el timonel,
por más que lo busques no,
solo es Teruel.

Por más que te esfuerces no,
entenderás esta quimera.
Es muy fácil ser de Pekín,
es muy fácil ser de Estambul,
es muy fácil ser de Madrid.
Mas de Teruel no es cualquiera.

Joaquín Carbonell

miércoles, abril 26, 2017

Querido Labordeta





Dulces ribazos,
nubes del Bajo Aragón,
el Somontano,
te lleva en el corazón.

Cierzo del Ebro,
Serranía de Teruel.
La humilde aliaga
siempre pregunta por él.

Tierras de Franja
te darán la “bona nit”.
Café Levante
siempre se acuerda de ti.

Sol madrileño,
caserón del Buen Pastor.
Plaza El Torico
allí dejaste tu voz.

¡Venga, vamos Labordeta,
que nos espera el furgón!
Esta es en La,
la otra en Do.
Polvo, niebla, viento y sol.

Cae la tarde,
la lluvia empaña el cristal.
Llega otra plaza
cantando a la soledad.

Viejas y arcillas,
leñeros de Albarracín.
Suena La Albada
aquel 14 de abril.

Banderas rotas
de puño y de libertad.
Agosto en Jorcas,
rosas de fraternidad.

Camino y manta
la guitarra hay que plegar,
luz en el pecho
que ya se escucha la mar.

¡Venga, vamos Labordeta,
que nos espera el furgón!
Esta es en La,
la otra en Do.
Polvo, niebla, viento y sol.

¡Venga, coño Labordeta,
que nos espera el furgón!
Si ya no está
tu vozarrón,
¡a la mierda esta canción!