Selección de canciones de autor en español con interés para el aprendizaje del idioma por la calidad de sus textos o por la belleza de la música y/o texto
Para huir de la muerte
nos amaremos todos, enteros.
Para huir de la muerte
nos amaremos
sin horario y sin ley, sencillamente.
Para huir de la muerte,
diré que tus ojos son palomas de Picasso
y que bajo tu piel de leche ávida y firme
viven en hermandad veinte poemas de amor.
Para huir de la muerte
tú me darás las fresas mejores de tu huerto
yo te daré mi vino más peleón, más duro, más añejo.
Para huir de la muerte
pienso resucitar el conjuro dormido de tus pechos,
pienso ahondar tus raíces, bucear hasta el centro.
Para huir de la muerte,
diré que es estupendo sentirte tan cercana
y que ni en ti, ni en mí, ni en vosotros ni en ellos
hay sumergida una ciudad donde luchan
la muerte, y el amor, el amor y la muerte
Entre montañas avanza, la feria ambulante que grita y que canta
Alegre de cara al mundo
Y en bambalinas las lágrimas saltan
Entre las sombras del público un muerto que pide a gritos un aire más fresco
Le hemos traído un invento, vinimos en una alfombra así que súbete
Súbete desde aquí se ve la sangre y los ojos del miedo en las pateras
Y el discurso del Papa contra el hambre, y el Edén que amuralla sus fronteras
Súbete, desde aquí se ve un enjambre, de ministros, alcaldes y banderas
Tenemos una alfombra que vuelva y va matándonos de pena
Y el trapecista gritó “¿Cómo me lanzo al amor?”
Y la pintora gritó “¿Quién me ha robado el color?”
Todo mi circo lloró mordido por el dolor
Atrás quedará el guion del hombre que hizo del dinero
Su papel, su condena y su dios,
Y ahora no queda luna llena que transforme a este lobo,
Perdido, que habla entre suspiros
Que perdió de vista a su enemigo
Atrás quedará…
Súbete, desde aquí se ve la sangre, y los ojos del miedo en las pateras
Y el discurso del Papa contra el hambre, y el edén que amuralla sus fronteras
Súbete, desde aquí se ve un enjambre, de ministros alcaldes y banderas
Tenemos una alfombra que vuelva y va matándonos de pena
Y el trapecista gritó “¿Cómo me lanzo al amor?”
Y la pintora gritó “¿Quién me ha robado el color?”
Todo mi circo lloró mordido por el dolor
En este circo hay niños estrellas muertos a tiros y ahogados en favelas….
Aunque me juegue el corazón
y a riesgo de decepcionarte
voy a hablarte del niño que tienes delante.
Antes que tu imaginación
me condene a ser brillante
voy a rajarme el pecho y pedirte que pases.
Muchas cosas seré
pero de todas, una
te puedo asegurar:
estoy lleno de dudas
Y aunque esto de existir
lo celebre cantando
hay veces que no sé
ni pa qué me levanto.
Aprendiendo a gatear
tengo los sentimientos
cada día que pasa
me entiendo un poco menos,
y es con la imaginación
que construyo mis versos
con la misma que luego
me destruyo por dentro.
Siempre estuve tan lejos de ser perfecto
que la imperfección es mi especialidad
y cada vez me sale más bonito hacerlo regular.
Y lo siento si no soy lo que esperabas
si viniste para ver algo especial
y hoy solo quiero ser un cobarde
que moja los pies en el mar,
los pies en el mar.
No te voy a engañar
si te digo que miento
cuando finjo ser libre
siendo esclavo del viento.
Bajo a comprar el pan
pa quitarme los miedos,
no soy más que un mortal
que no quiere estar muerto…
He bajado a desayunar
He pedido un poco de pan
Y como era tarde, Luisa me ha reñido
Paqui me ha mirado mal por bajar en chanclas
Me vuelve a decir que soy como su hijo
Hoy la han tomado conmigo
Eso me pasa por ser tan mayor y tan niño
Se acelera el corazón al pasar por la recepción
Macu me pregunta, qué tal he dormido
Bea vuelve a colocar el menú semanal
Martes de huevos, jueves de cocido
Subo las catorce plantas
Y desde arriba confirmo que esta es mi casa
¡Ay!, cómo me habéis cambiado la vida
Hay tanto de mí por cada esquina
Cómo en esta ciudad, donde ya nadie suele parar
Yo me senté y pude encontrar mi nuevo hogar
Cada día que os veo, Maribel y Choni
A mí se me alegra el camino yendo a la uni
Para mí Eva y Filo, son dos corazones
Qué feliz me hace cantaos canciones
Lo que yo os quiero, nadie lo sabe
No hay en el mundo cariño que nos iguale
Que nos iguale, nadie lo sabe
Lo que quisiera con ellas quedarme
¡Ay!, cómo me habéis cambiado la vida
Hay tanto de mí por cada esquina
Cómo en esta ciudad, donde ya nadie suele parar
Yo me senté y pude encontrar mi nuevo hogar
Pulida magallonera,
anda y dile al Santo Cristo,
Pulida magallonera,
que cuando me llame al cielo,
que me canten "El libera",
que me canten "El libera",
anda y dile al Santo Cristo.
Si encontrara silencio en mi ruido mental
dormiría diez días y un año.
Si avistara la causa de mi tempestad
me pondría a chillar como un gallo.
Hoy hasta las moscas me pasan de largo,
será que algo les huele mal.
El griterío de mis pensamientos
a toda velocidad.
Hasta los huevos de esperar un milagro,
cansado de avanzar marcha atrás.
Me tomo la pastilla roja,
bebo 0,0, me alimento bien.
Hay un millón de muebles que mover
y no sé detrás de cuál está
lo que he perdido.
Todo tiene luz de probador,
ya no me reconozco, y me importa bien poco.
En cuanto me dé un rayo de sol
voy a hacerme una foto en un fotomatón.
Quién es que llama a mi cabeza a todas horas,
que puede remendar todas las hojas
que han caído al suelo
como un árbol en invierno
y sé que solo estoy mirando de otra forma,
que voy a dar la vuelta a nuestra sombra
mientras busco el modo de remontar el vuelo.
A veces hago maniobras
para retomarlo donde lo dejé,
hay demasiados frentes a la vez
y no consigo ver
quién coño es el enemigo.
Todo tiene luz de probador,
ya no me reconozco, y me importa bien poco.
En cuanto me dé un rayo de sol
voy a hacerme una foto.
Todo tiene luz de probador,
ya no me reconozco, y me importa bien poco.
En cuanto me dé un rayo de sol
voy a hacerme una foto en un fotomatón.
El amor es un rayo de luz indirecta
Una gota de paz, una fe que despierta
Un zumbido en el aire, un punto en la niebla
Un perfil, una sombra, una pausa, una espera
El amor es un suave, rumor que se acerca
Un timbre a lo lejos, una brisa ligera
Una voz en la calma, un aroma de menta
Un después, un quizá, una vez, una meta
El amor va brotando, entre el aire y el suelo
Y se palpa y se siente y hay quien puede verlo
Y hace que te despiertes y pienses en él
Y te llama despacio, rozando tu piel
El amor te hipnotiza, te hace soñar
Y sueñas y cedes y te dejas llevar
Y te mueve por dentro y te hace ser más
Y te empuja y te puede y te lleva detrás
Y de pronto te alza, te lanza, te quema
Hace luz en tu alma, hace fuego en tus venas
Y te hace gritar al sentir que te quemas
Te disuelve, te evapora, te destruye, te crea
Y te hace viajar, en el filo del tiempo
Remontando los ríos de mil universos
Y te lleva a la gloria y te entrega a la tierra
Y te mira y te ve y piensa y piensa
Y de pronto el amor, es la luz de una llama
Que se empieza a apagar y se va y se apaga
Es la isla pequeña perdida en la niebla
Una gota, un no sé, una mancha, una mueca
El amor es la hoja caída en la tierra
Un punto en el mar, una bruma que espesa
Un peso en el alma, un sol que se vela
Un porqué, un según, un ya no, una queja
El amor va bajando, peldaño a peldaño
Con las manos cerradas y el paso cansado
Te pregunta quién eres, para hacerte saber
Que apenas te conoce, que qué quieres de él
El amor te hace burla, se ríe de ti
Mientras tú sigues quieto, sin saber que decir
Y deseas seguirle y decirle que no
Que se quede, que vuelva, que comete un error
Y el amor desbarata tus grandes ideas
Te destroza, te rompe, te parte, te quiebra
Y te hace ser ese que tú no quisieras
Y te empuja a ser malo y te deja hecho mierda
Y te arroja de bruces, al último infierno
Arrancándote el alma, pisándote el cuerpo
Y te ahogas de ansia, de volver a la nada
Y de pronto, se para y te ve y se apiada
Cógelo, ve por él
Suéltate, inténtalo
Sírvete, agárralo
Mírate, creételo
Sal de ahí, afróntalo
Ciérralo, déjalo ir
Di que sí o di que no
Tómalo, confía en ti
Sí que puedes, que nadie te diga que no
Porque sí que puedes
Sí que puedes, que nadie te diga que no
Porque sí que puedes
Sálvate, exígelo
Cázalo, duro con él
Pruébate y pruébalo
Cámbialo, atrévete
Sí que puedes, que nadie te diga que no
Porque sí que puedes
Sí que puedes, que nadie te diga que no
Porque sí que puedes
Si puedes virar el rumbo y tirar lo que sobra
Puedes volver a coleccionar segundos de placer
Y estrofas de poéticas palabras y de golfas madrugadas
Estarás cerca si en vez de mirar al suelo echas a caminar
Si puedes alcanzarlo, mira, lo tienes delante
Puedes dar un paso y otro y otro más
Casi lo tienes, puedes salir del armario
Cogerlo por el mango
Échale ovarios
No te deseo suerte, no hace falta
Porque sí que puedes, que nadie te diga que no
Sí que puedes
Sí que puedes, que nadie te diga que no
Porque sí que puedes