“Mourons pour des idées, d’acord, mais de mort lente”
Georges Brassens
Cuando llegue la paz, si llega un día, ¿cuándo?
cuando no haya ninguna guerra santa,
cuando vuelvas la vista atrás y la memoria
al paisaje después de la metralla.
Tal vez entonces te preguntes
si valió la pena
matar y morir
morir o matar por una idea.
Cuesta tanto nacer, es un milagro vivir,
late, no te detengas, corazón.
¿En qué página tiene mi nombre escrito la muerte?
¿Quién le ayuda a marcar la negra cruz?
Era la vida un tallo tierno
y es una herida
de luto y de cárcel,
de manos abiertas
clamando al cielo.
Tu patria es el aire
no tiene bandera
bandera no tengas.
Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, ¿cuántas?,
palpa la hierba, escucha bien el viento,
reza en silencio, la nieve guarda el dolor,
el grito de la carne destrozada.
Lamentos desde los escombros,
llamadas perdidas,
capillas ardientes,
rosas de sangre.
Fin de la pena al fin
y en Navidades todos a casa,
pero a los muertos qué Nochebuena,
qué Felices Pascuas, qué…
¿Qué próspero año nuevo nos espera?
Tal vez ahora te preguntes
si vale la pena matar y morir
morir y matar por un Dios, por una idea
Tu patria es el aire
no tiene bandera
bandera no tengas.
“Donde no hay amor, pon amor y sacarás amor”
(San Juan de la Cruz)
“Notre Dame d´Afrique priez pour nous et pour les musulmans” (Inscripción en la Basílica de Nuestra Señora de África, en Argel)
Cuando no salga mi jeta en los diarios
Ni los novios bailen ya Noches de Boda
Cuando solo esté de moda si me caigo otra vez del escenario
Cuando el otoño esté más loco que una cabra
Cuando cenes en el bar del hospital
Cuando ensayen los colegas las palabras que dirán el día de mi funeral
Cuando no sepa la orquesta la canción que te escribí
Cuando las casas de apuestas no den un euro por mí
Cuando cierren las cantinas y el laurel de mi corona sea de espinas
Aún voy a guardar un último vals para ti
Tú, que corriste a rescatarme de las llamas
Tú, que pusiste paz en mi ciudad sin ley
Tú, que aprendiste en mis electrocardiogramas
Que hace tiempo que no sigo siendo el rey
Yo, que soy cinturón negro en pesimismo
Que me fundo en cuatro copas el jornal
Que prefiero ser cualquiera a ser yo mismo
Que prefiero ser Don Nadie a ser Don Juan
Cuando la Luna se esconda para no verme sufrir
Cuando, en mis noches de ronda, ni Leiva me pida un bis
Y guarde luto la nieve, y no salgan las estrellas cuando deben
Cuando, ciertas mañanitas, no me pueda ni vestir
Deshojando margaritas que nunca dicen que sí
Cuando agonicen las flores y los pájaros padezcan mal de amores
No olvides guardar un último vals para mí
Cuando enmudezcan por decreto los cantantes
Y los amantes hagan huelga general
Y los mejores estudiantes se doctoren con honores
En el arte de ignorar
Cuando no sepa la orquesta la canción que te escribí
Cuando las casas de apuestas no den un euro por mí
Cuando cierren las cantinas y se baile reguetón en la oficina
Aún voy a guardar un último vals para ti