lunes, diciembre 18, 2006

El topo


El topo dijo: ¡qué caray
siempre viviendo bajo tierra
sin darme una vuelta por ahí,
ni que estuvieramos en guerra!
La vida pasa sin color
por este oscuro laberinto,
voy a salir al exterior
a ver si veo algo distinto.

Así, este topo que jamás
vio más allá de sus narices,
que conoció todo lo más
una patata y tres lombrices,
diciendo "chao, hay que vivir"
a su mundillo subterráneo
salió dispuesto a descubrir
de nuevo el mar Mediterráneo.

Acababa de anochecer
cuando emergió de su recinto
y había que reconocer
que aquello no era muy distinto.
Y, sin embargo, al animal
le pareció tan deslumbrante
que le irritaba el lagrimal
la luna en su cuarto menguante.

"Yo nunca he visto ni un farol,
yo siempre he estado en la penumbra,
ahora que veo este gran sol
la vista no se me acostumbra",
el topo dijo. Y se volvió
corriendo para su topera
de donde nunca mas salió.
¡Ay, qué vida tan puñetera!


Javier Krahe

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