Selección de canciones de autor en español con interés para el aprendizaje del idioma por la calidad de sus textos o por la belleza de la música y/o texto
Ahí vienen los pájaros negros a picotearme.
Ahí vienen los pájaros negros a pisotearme.
Ahí vienen graznando sus gritos a perturbarme,
que se haga la luz y el silencio a salvaguardarme.
Ahí vienen con sus plumas negras erizando el viento.
Ahí quieren clavarme sus garras, en el pensamiento;
que dejen marchar a esta pobre con su recuerdo,
que dejen que el cielo me guíe que yo me pierdo.
Ahí marchan los pájaros negros con las alas rotas.
Ahí marchan los pájaros negros ya me dejan sola;
ya queda el hueco de su anhelo y canta mi boca,
y escucho el eco de su vuelo y me vuelvo loca…
Siento, como nunca he sentido,
El vibrar de las cuerdas, este sol sostenido.
Siento, como siente un buen vino,
Los años.
Ya que hablamos del tiempo, cuánto más hace falta
Para no verte en mi cama, tu perfume en la almohada,
No diré que no intento enamorarme de otras
Que no añoren el vuelo al posarse en mi boca.
No diré «ya encontraré a alguien como tú»
Porque quiero un aguacero de caricias y te quieros.
No diré «ya encontraré a alguien como tú».
No puedo.
Siento cómo cae del cielo agua salada,
Siento una ventana abierta en esta celda
Que es tu cara en otros cuerpos,
Siento. Siento. Lo siento.
Siento cómo te desmayas viendo enamorados
En los aeropuertos,
Siento haberte dicho que te amaba,
Aunque era cierto.
Cierto que vi tu cara en los hijos que no tengo,
En los labios que en el viento no se callan.
Miento cuando juro que sigo
Procurando tu nombre,
Desvestido a tu olvido.
No diré «ya encontraré a alguien cómo tú»
Porque nunca fui tan niño
En un juego que te esconde.
No diré «ya encontraré a alguien como tú».
Siento cómo cae del cielo agua salada,
Siento una ventana abierta en esta celda
Que es tu cara en otros cuerpos,
Siento. Siento. Lo siento.
Siento cómo te desmayas viendo enamorados
En cada concierto,
Siento haberte dicho que te amaba,
Aunque era cierto.
Cierto que vi tu cara en los hijos que no tengo,
En los labios que en el viento no se callan.
En la calle de las luces apagadas.
No diré «ya encontraré a alguien como tú»
Porque quiero que me besen,
Que me abracen siempre fuerte.
No diré «ya encontraré a alguien como tú».
Hoy en mi ventana brilla el sol
Y el corazón
Se pone triste contemplando la ciudad
Por qué te vas
Como cada noche desperté
Pensando en ti
Y en mi reloj todas las horas vi pasar
Por qué te vas
Todas las promesas de mi amor se irán contigo
Me olvidarás
Me olvidarás
Junto a la estación hoy lloraré igual que un niño
Por qué te vas
Por qué te vas
Por qué te vas
Por qué te vas
Bajo la penumbra de un farol
Se dormirán
Todas las cosas que quedaron por decir
Se dormirán
Junto a las manillas de un reloj
Esperarán
Todas las horas que quedaron por vivir
Esperarán
Todas las promesas de mi amor se irán contigo
Me olvidarás
Me olvidarás
Junto a la estación hoy lloraré igual que un niño
Por qué te vas
Por qué te vas
Por qué te vas
Por qué te vas
Todas las promesas de mi amor se irán contigo
Me olvidarás
Me olvidarás
Junto a la estación hoy lloraré igual que un niño
Por qué te vas
Por qué te vas
Todas las promesas de mi amor se irán contigo
Me olvidarás
Me olvidarás
Junto a la estación hoy lloraré igual que un niño
Por qué te vas
Por qué te vas
Por qué te vas
Por qué te vas
Una mujer se ha perdido
Conocer el delirio y el polvo
Se ha perdido esta bella locura
Su breve cintura debajo de mí
Se ha perdido mi forma de amar
Se ha perdido mi huella en su mar
Veo una luz que vacila
Y promete dejarnos a oscuras
Veo un perro ladrando a la luna
Con otra figura que recuerda a mí
Veo más, veo que no me halló
Veo más, veo que se perdió
La cobardía es asunto
De los hombres, no de los amantes
Los amores cobardes no llegan a amores
Ni a historias, se quedan allí
Ni el recuerdo los puede salvar
Ni el mejor orador conjugar
Una mujer innombrable
Huye como una gaviota
Y yo rápido seco mis botas
Blasfemo una nota y apago el reloj
Qué me tenga cuidado el amor
Que le puedo cantar su canción
Una mujer con sombrero
Como un cuadro del viejo Chagal
Corrompiéndose al centro del miedo
Y yo, que no soy bueno, me puse a llorar
Pero entonces lloraba por mí
Y ahora lloro por verla morir