jueves, septiembre 28, 2017

Centro




Detrás de ti, corriendo va el porvenir,
a ver si quieres
dejarte arañar por sus pinceles.

Detrás de ti, siguiéndote, la libertad
a ver si puedes
abrirle algunas puertas, soltar las redes.

Detrás de ti, danzando va la luna llena,
su danza ardiente
te invita a elevar tu voz de nieve.

Detrás de ti, la humanidad más animal
te está llamando:
que olvides lo aprendido,
que empieces a sentir,
que no tiene sentido
vivir así.

La mente abierta, la piel dispuesta,
las alas puestas, la mente alerta.

Abierto el corazón, abierto al mundo
en todo su esplendor tu ser profundo.

Hay que tener:
La mente abierta, las alas puestas
y si puede ser,
la piel dispuesta, la mente alerta.

Detrás de mí, a fuego lento está naciendo
una canción desde el centro de tu centro.

martes, septiembre 26, 2017

Nieve




Aquel día fue el más frío
Del enero más amargo
Quizá el invierno más largo
Que el amor ha conocido
Ella fumando tirita
Superviviente de aludes
Él escribiendo en la nube
De su boca un todavía
Él sale de algún garito
Como perdido en la niebla
Ella busca primaveras
Mientras fuma un cigarrillo
Y allí en mitad de la nada
En la intemperie se encuentran
Queda la calle desierta
Cuando cruzan la mirada.

Y nieva
Sobre mi espalda cansada
Sobre mi casa atrapada
En una bola de cristal
Que la soledad agita
Cuando todo se termina
Cuando todo acaba mal.
Y nieva, nieva y nadie dice nada
Quedan solo las pisadas
De los que salen de escena
Nieva y solo se sonríe
Se congelan los jazmines
La escarcha trepa mis piernas y nieva.

Buscando la piel calor
Sin querer se han acercado
Hace frío alguien ha hablado
Conversación de ascensor
Tiene lo eterno un principio
En el Big Bang más pequeño
Llena la nieve el silencio
Se asoman al precipicio
Del pasado y sus fantasmas
Mientras la nieve los cubre
Y faltan a la costumbre
De ser prudentes y charlan
Sin pudor y sin blindajes
Y la noche se derrumba
La nieve no para nunca
Y se olvidan de los planes.

Y nieva sobre mi espalda cansada
Sobre mi casa atrapada
En una bola de cristal
Que la soledad agita
Cuando todo se termina
Cuando todo acaba mal.
Y nieva, nieva y nadie dice nada
Quedan solo las pisadas
De los que salen de escena
Nieva y solo se sonríe
Se congelan los jazmines
La escarcha trepa mis piernas y nieva.

Llega por fin el abrazo
Ya casi no sienten frío
Quedan los dos ateridos
Los cuerpos entrelazados
Tienen miedo del futuro
Ninguno quiere moverse
Los planes siempre se tuercen
El amor es como humo
Ya nadie se marchará
Ya la nieve los oculta
Es el miedo quien sepulta
Bajo la nieve un quizá
Queda enterrada la vida
De un invierno para siempre
No hay verano que deshiele
El recuerdo de esta herida.

Y nieva
Sobre mi espalda cansada
Sobre mi casa atrapada
En la bola de cristal
Que la soledad agita
Cuando todo se termina
Cuando todo acaba mal
Y nieva, nieva y nadie dice nada
Quedan solo las pisadas
De los que salen de escena
Nieva y solo se sonríe
Se congelan los jazmines
La escarcha trepa mis piernas y nieva.

Y nieva.

Ismael Serrano

Ismael Serrano

domingo, septiembre 24, 2017

Mi libertad




Intenté buscar tu imagen y la noche era una loba que se iba.
Llueve lento en la avenida y los árboles me miran al pasar.
Me sumerjo en ese río de los coches y la gente que camina,
una vez más...

Los relojes se han parado, pido fuego y alguien pasa, va corriendo.
En los cubos de basura una sombra busca algo que comer.
Llueve en los escaparates y unos jóvenes se besan en la acera,
va a amanecer...

Buscaré tu cabellera de lejano cometa
no estaré ni un solo día cansado de soñar,
cantaré con la alegría del que va siempre a tu lado.
Mi libertad...

Los periódicos mojados y la luna que me mira indiferente.
Unos pasos se detienen y una anciana busca lenta su portal.
Amanece en los tejados y te doy mis pensamientos, vuelvo a casa,
por ver si estás...

Buscaré tu cabellera de lejano cometa,
no estaré ni un solo día cansado de soñar,
cantaré con la alegría del que va siempre a tu lado.
Mi libertad...

Pablo Guerrero

viernes, septiembre 22, 2017

La canción de la carretera




Esta es la canción de la carretera
del que sale a dar todo lo que lleva
del que va buscando lo que le falta
el que nunca teme lo que le espera.

Esta es la canción que prende la mecha
para la explosión de cositas buenas
que merezco y que no voy a negarme
por esa obsesión de sentirme siempre mal
de perderte sin querer
de buscarte en cada bar
no estás...

Vámonos los dos a perder el miedo
a seguir el ritmo de los latidos
vamos corazón a poner en vuelo
este amor que nos puso en el camino
a ti y a mí
amándonos
no hay quien nos pueda
a ti y a mí, a ti y a mí, amándonos
amándonos
no hay quien nos pueda.

Vámonos los dos a perder el miedo
a seguir el ritmo de los latidos
vamos corazón a poner en vuelo
este amor que nos puso en el camino
a ti y a mí
amándonos
no hay quien nos pueda
a ti y a mí, a ti y a mí, amándonos
amándonos
no hay quien nos pueda.


Muerdo

Volar




Volar, lo que se dice volar
volar, volar, volar, no vuelo.

Volar, lo que se dice volar
volar, volar, volar, no vuelo.

Pero desde que cambié
el palacio por el callejón,
desde que rompí todas las hojas del guión,
si quieres buscarme, mira para el cielo.

Pero desde que me dejé el bolso en la estación
y le pegué fuego a la tele del salón,
te prometo hermano, que mis suelas no tocan el suelo.

Solté todo lo que tenía y fui feliz,
solté las riendas y dejé pasar.

No me ata nada aquí,
no hay nada que guardar,
así que cojo impulso y a volar,
lo que se dice volar
volar, volar, volar, no vuelo.

Volar, lo que se dice volar
volar, volar, volar, no vuelo.

Pero desde que tiré las llaves ya no quiero entrar
desde que quemé las naves y aprendí a nadar
si quieres buscarme, mira para el cielo.

Pero desde que olvidé el teléfono en un bar
desde que no tengo nada parecido a un plan,
te prometo hermano que mis suelas no tocan el suelo.

Solté todo lo que tenía y fui feliz,
solté las riendas y dejé pasar.

No me ata nada aquí,
no hay nada que guardar,
así que cojo impulso y a volar.

Volar, lo que se dice volar
volar, volar, volar.


El Kanka

miércoles, septiembre 20, 2017

La puerta violeta






Una niña triste en el espejo me mira prudente y no quiere hablar
hay un monstruo gris en la cocina
que lo rompe todo
que no para de gritar.

Tengo una mano en el cuello
que con sutileza me impide respirar
una venda me tapa los ojos
puedo oler el miedo y se acerca.

Tengo un nudo en las cuerdas que ensucia mi voz al cantar
tengo una culpa que me aprieta
se posa en mis hombros y me cuesta andar.

Pero dibujé una puerta violeta en la pared
y al entrar me liberé
como se despliega la vela de un barco.
Desperté en un prado verde muy lejos de aquí
corrí, grité, reí
sé lo que no quiero
ahora estoy a salvo.

Una flor que se marchita
un árbol que no crece porque no es su lugar
un castigo que se me impone
un verso que me tacha y me anula.
Tengo todo el cuerpo encadenado
las manos agrietadas
mil arrugas en la piel
las fantasmas hablan en la nuca
se reabre la herida y me sangra.
Hay un jilguero en mi garganta que vuela con fuerza
tengo la necesidad de girar la llave y no mirar atrás.

Así que dibujé una puerta violeta en la pared
y al entrar me liberé
como se despliega la vela de un barco.
Desperté en un prado verde muy lejos de aquí
corrí, grité, reí
sé lo que no quiero
ahora estoy a salvo.

Así que dibujé una puerta violeta en la pared
y al entrar me liberé
como se despliega la vela de un barco.
Aparecí en un prado verde muy lejos de aquí
corrí, grité, reí
sé lo que no quiero
ahora estoy a salvo.


María Rozalén

Pongamos que hablo de Martínez




Fuimos cerrando, uno a uno cuatro bares,
Montevideo, ya hacía rato, amanecía.
Vos me augurabas oropeles y ultramares
y al regresar del baño, ¿quién no te creería?

Desorientado y confundiendo vocaciones,
yo estaba preso en mi alegría diletante.
Me fui a Madrid, con mi guitarra y mis canciones
haciendo caso a tu consejo delirante.

Y hoy que pasaron 22 diciembres ya
de aquella noche loca que selló mi suerte
esta canción - más vale tarde que jamás -
la escribo para agradecerte.

Y aunque sé bien que con tu empaque de Alatriste
te da pudor la confesión de borrachera,
creo que sabes que el regalo que me hiciste
me cambió la vida entera.

Te quiero mucho más de lo que te lo cuento.
Te veo mucho menos de lo que quisiera,
y como yo, una jauría de sedientos
que fuiste recogiendo por la carretera.

Te debo la "Milonga del moro judío"
y otra turné por el Madrid de los excesos,
donde aprendí a domar más de cien desvaríos
y a robar más de mil besos.

Tengo el detalle de camuflar tu apellido
y quien lo quiera adivinar, que lo adivine,
para nombrar a quien estoy agradecido,
pongamos que hablo de Martínez.

Y aunque sé bien que con tu empaque de Alatriste
te da pudor la confesión de borrachera,
creo que sabes que el regalo que me hiciste
me cambió la vida entera.

Creo que sabes que el regalo que me hiciste
me cambió la vida entera.

Jorge Drexler

Jorge Drexler