lunes, abril 21, 2014

Palito de madera




Caminaré despacio
por los hermosos días
que me tocó vivir,
que aún llenos de arañazos
que dejan los amores
que sin querer perdí.

Colmaron de ventura,
cariño y más ternura
de la que uno pueda pedir,
los años tan dichosos
de música y antojos,
allá por donde fui.

Qué pena de arbolito,
qué verde y tan bonito,
tenerse que partir.
Palito de madera,
ceniza de una hoguera
que se ha de consumir.

Qué corto este viaje,
qué rabia y qué coraje,
qué ganas de seguir,
por qué habré de marcharme,
queriendo pues quedarme,
quisiera repetir.

Qué lánguido este beso,
tan duro como un hueso,
incierto y tan hostil,
será que hay que dar paso,
no hay vida sin ocaso
nostálgico y febril.

El tiempo es como un tango
frenético y fandango,
celeste y carmesí.
Se vive acostumbrado,
mas luego despojado
se muere porque sí.

Se pierde la memoria,
no queda ni la gloria,
si acaso algún rumor.
Qué insólito fracaso,
sentir que ya de paso,
me muero por tu amor.

Javier Bergia e Ismael Serrano

martes, abril 15, 2014

Anduriña




En Galicia un día yo escuché
una vieja historia en un café.
Era de una niña
que del pueblo se escapó
Anduriña joven que voló.

Lloran al pensar donde estará,
mas nadie la quiere ir a buscar.
Anduriña la llamaron los que allí dejó
¡torna pronto a puerto!, por favor.

Un abuelo está junto al hogar
habla y me sonríe con maldad:
- Anduriña es joven volverá, ya lo verás.
Es un pajarillo sin plumar.

En un día gris se posará,
su misterio ya no lo será.
El nombre Anduriña ya jamás se lo dirán.

Pero mientras tanto
¿dónde está?



Juan y Junior

En recuerdo de Antonio Morales (Junior) fallecido repentinamente.

viernes, abril 11, 2014

A la mar fui por naranjas


A la mar fui por naranjas
cosa que la mar no tiene
nadie se atrevió a explicarme
si las olas van o vienen.

Ay, mi dulce amor,
ese mar que ves tan bello,
ay mi dulce amor,
ese mar es un traidor.

Este pandero que toco
tiene lengua y sabe hablar
sólo le faltan los ojos
para ayudarme a llorar.

Ay, mi dulce amor,
ese mar que ves tan bello,
ay mi dulce amor,
ese mar es un traidor.

Cuatro pañuelinos tengo
y los cuatro coloraos
cuatro mozos me cortejan
y tres viven engañaos.

Ay, mi dulce amor,
ese mar que ves tan bello,
ay mi dulce amor,
ese mar es un traidor.

Tengo el corazón de luto
y el alma llena de pena
y por mucho que me lave
siempre sale el agua negra.

Ay, mi dulce amor,
ese mar que ves tan bello,
ay mi dulce amor,
ese mar es un traidor.

Soy de Mieres del Camino
tengo un perru con collar,
y tengo los ojos negros
de mirarme en el Caudal.

Ay, mi dulce amor,
ese mar que ves tan bello,
ay mi dulce amor,
ese mar es un traidor.

Santa Bárbara bendita
patrona de los mineros
que en el cielo estás escrita
con papel y agua bendita.

Ay, mi dulce amor,
ese mar que ves tan bello,
ay mi dulce amor,
ese mar es un traidor.

Víctor Manuel

miércoles, abril 09, 2014

Golpe maestro






Robaron las antenas,
la miel de las colmenas,
no nos dejaron ni banderas que agitar.

Cambiaron paz por deudas,
ataron nudos, cuerdas
y la patrulla nos detuvo por mirar.

Llevaron los finales
a tierra de neutrales,
no nos dejaron líneas ni para empezar.

Fue un atraco perfecto,
fue un golpe maestro
dejarnos sin ganas de vencer.
Fue un atraco perfecto,
fue un golpe maestro
quitarnos la sed.

Robaron las linternas,
la lumbre en las cavernas,
no nos dejaron mapas de la oscuridad.

Vendieron humo y calma,
lingotes de hojalata,
palacios de ceniza y cartas sin marcar.

Fue un atraco perfecto,
fue un golpe maestro
dejarnos sin ganas de vencer.
Fue un atraco perfecto,
fue un golpe maestro
quitarnos la sed.

Fundieron plomo y cobre,
pusieron sal en sobres.
Alerta, hay un testigo.
Nos han dejado vivos.

Fue un atraco perfecto,
excepto por esto:
nos queda garganta, puño y pies.
No fue un golpe maestro,
dejaron un rastro,
ya pueden correr. Ya vuelve la sed.

Vetusta Morla

martes, abril 08, 2014

Pasa


Aquí hace menos frío
que en la calle,
hay leña para un fuego,
no mucha pero, bueno,
un poco de calor
no viene mal.

Aquí hay una canción
que nos descansa,
un hueco para el alma,
sentirse como en casa,
un alto en el camino
nada más.

Pasa, entra
y siente que hay quien duda como tú
y no se descubre nada, nada de las cosas
que ha escuchado y desespera.
Pasa, entra
y siente que hay quien duda como tú
pero se abraza a lo que tiene
y se levanta con la fuerza que le queda.
Pasa, entra
y siente que hay quien duda como tú
pero no tiene más canción
que la que sabe y la cantó
y si no la sabe, tararea.

Aquí hace menos frío
que en la calle,
los labios para un beso,
oídos para un sueño,
la brisa que precisa
tu dolor.

Pasa, entra
y siente que hay quien duda como tú
y no se descubre nada, nada de las cosas
que ha escuchado y desespera.
Pasa, entra
y siente que hay quien duda como tú
pero se abraza a lo que tiene
y se levanta con la fuerza que le queda.
Pasa, entra
y siente que hay quien duda como tú
pero no tiene más canción
que la que sabe y la cantó
y si no la sabe, tararea.

Pasa, entra
no importa lo que fue porque será
lo que será y alguna forma encontrarás
para pasar por esa puerta.
Pasa, entra
después de algún traspiés algún color
dibujará lo que hace falta
para estar de nuevo en pie
y no perder fuerzas.
Pasa, entra
y siente que hay quien duda como tú
pero no tiene más canción
que la que sabe y la cantó
y si no la sabe, tararea.

Pedro Guerra

Pedro Guerra

Contra el poder


Contra el poder que nos enseña sólo aquella mitad
contra el poder de las verdades dobladas
contra el poder de quien conoce pero sangra de más
contra el poder de las canciones guardadas
contra el poder que nunca abraza a los que pueden pensar
contra el poder que nos vigila los pasos
contra el poder que siempre miente en nombre de la verdad
contra el poder que nos convierte en extraños.


Contra el poder
que debilita y nada da que sólo quita
y deshace lo que está
contra el poder…
contra el poder
en cualquier forma que se dé
contra la fuerza y mal uso de la fe
desde el poder… 


Contra el poder que abre una zanja entre el amor y el placer
emparentando el bienestar y la herida
contra el poder que no distingue entre morir y crecer
contra el poder que compra y vende la vida
contra el poder que hace del padre ostentador del poder
contra el poder que nos obliga a engañarnos
contra el poder que hace a los hijos reinventar el poder
contra el poder de los que piensan ganando.
 

Contra el poder que no descansa y se detiene a beber
junto a las fuentes del sabor y el deseo
contra el poder que nos bendice en el hogar del poder
contra el poder del la ignorancia y los juegos.


Pedro Guerra

sábado, abril 05, 2014

La maestra


La maestra dio las letras a los pobres
que aprendieron a sumar su soledad,
a saber que en la intención de ser mejores
la ignorancia es enemiga de la claridad.

La maestra dio la voz a los ausentes,
las abejas marginadas del panal,
los que nunca cuentan nada y siempre pierden,
los que viven sin poder desentrañar.

Quién negó la luz al corazón de la maestra,
qué violencia pudo detener esa ilusión,
quién segó la flores que regaba la maestra,
quién a sangre y fuego deja muda la canción.

La maestra dio su amor a la pobreza
enseñando a ver el mundo y a pensar,
el futuro fue llenándose de ciencia
y la vida fue algo más que mendigar.

Quién negó la luz al corazón de la maestra,
qué violencia pudo detener esa ilusión,
quién segó la flores que regaba la maestra,
quién a sangre y fuego deja muda la canción.

Pedro Guerra