viernes, enero 29, 2010

Cuídame




Cuida de mis labios,
cuida de mi risa.
Llévame en tus brazos,
llévame sin prisa.

No maltrates nunca mi fragilidad,
pisaré la tierra que tú pisas.

Cuida de mis manos,
cuida de mis dedos.
Dame la caricia,
que descansa en ellos.

No maltrates nunca mi fragilidad,
yo seré la imagen de tu espejo.

Cuida de mis sueños,
cuida de mi vida.
Cuida a quién te quiere,
cuida a quién te cuida.

No maltrates nunca mi fragilidad,
yo seré el abrazo que te alivia.

Cuida de mis ojos,
cuida de mi cara.
Abre los caminos,
dame las palabras.

No maltrates nunca mi fragilidad,
soy la fortaleza de mañana.



Pedro Guerra y Jorge Drexler

Extranjeros




Están por ahí, llegaron de allá
sacados de luz, ahogados en dos
vinieron aquí, salvando la sal
rezándole al mar, perdidos de Dios.

Gente que mueve su casa
sin más que su cuerpo y su nombre
gente que mueve su alma
sin más que un lugar que lo esconde.

Están por aquí, cruzaron el mar
queriendo París, buscando un papel
llegaron de allí, vivieron sin pan
intentan seguir, no quieren volver.

Gente que mueve su casa
sin más que su cuerpo y su nombre
gente que mueve su alma
sin más que un lugar que lo esconde.

Por ser como el aire, su patria es el viento
por ser de la arena, su patria en el sol
por ser extrajero, su patria es el mundo
por ser como todos, su patria es tu amor.

Recuerda una vez que fuimos así
los barcos y el mar, la fe y el adiós
llegar a un lugar pidiendo vivir
huir de un lugar salvando el dolor.

Gente que mueve su casa
sin más que su cuerpo y su nombre
gente que mueve su alma
sin más que un lugar que lo esconde.

Por ser como el aire, su patria es el viento
por ser de la arena, su patria en el sol
por ser extrajero, su patria es el mundo
por ser como todos, su patria es tu amor.

Pedro Guerra

jueves, enero 28, 2010

Nos sobran los motivos




Esta sala de espera sin esperanza,
estas pilas de un timbre que se secó,
este helado de fresa de la venganza,
esta empresa de mudanzas,
con los muebles del amor.

Esta campana muda en el campanario,
esta mitad partida por la mitad,
estos besos de Judas, este calvario,
este look de presidiario,
esta cura de humildad.

Este cambio de acera de tu cadera,
estas ganas de nada, menos de ti,
este arrabal sin grillos en primavera,
ni espaldas con cremallera,
ni anillos de presumir.

Esta casita de muñecas de alterne,
este racimo de pétalos de sal,
este huracán sin ojo que lo gobierne,
este jueves, este viernes,
y el miércoles que vendrá.

No abuses de mi inspiración,
no acuses a mi corazón
tan maltrecho y ajado
que está cerrado por derribo.
Por las arrugas de mi voz
se filtra la desolación
de saber que estos son
los últimos versos que te escribo,
para decir "con Dios" a los dos
nos sobran los motivos.

Este nido de pájaros disecados,
este perro andaluz sin domesticar,
este trono de príncipe destronado,
esta espina de pescado,
esta ruina de Don Juan.

Esta lágrima de hombre de las cavernas,
esta horma del zapato de barbazul,
que poco rato dura la vida eterna,
por el túnel de tus piernas,
entre Córdoba y Maipú.

Esta guitarra cínica y dolorida,
con su terco knock knockin' on heaven's door,
estos labios que saben a despedida,
a vinagre en las heridas
a pañuelo de estación.

Este Land Rover aparcado en tu dudas,
la rueca de Penélope en Luna Park,
estos dedos que sueñan que te desnudan,
esta caracola viuda
sin la pianola del mar.



Joaquín Sabina

domingo, enero 24, 2010

El círculo




Acuéstate y duérmete, para despertar
sonriente y feliz. Despiértate,
levántate, para cansarte y volver a dormir.
El círculo da la vuelta, y al terminar, la
vuelve a dar.

Discúlpame, perdóname, para que
puedas ofenderte otra vez. Enójate,
castígame, para que puedas quererme
después. El círculo da la vuelta, y
al terminar, la vuelve a dar. Yo te olvidé,
no me olvido más.

Entrégate y ríndete, para que
puedas escaparte después. Libérate y
suéltate, para que puedas quereme otra vez.
El círculo da la vuelta, y al terminar, la
vuelve a dar.

Te dí todo, y ya no doy más. Hoy te
quiero, mañana también. Pasado no,
el año que viene creo que siempre te
querré.



Kevin Johansen

martes, enero 19, 2010

Soldadito marinero




Él camina despacito que las prisas no son buenas,
en su brazo dobladita, con cuidado la chaqueta.
Luego pasa por la calle donde los chavales juegan.
Él también quiso ser niño pero le pilló la guerra.

Soldadito marinero conociste a una sirena
de esas que dicen te quiero si ven la cartera llena.
Escogiste a la más guapa y a la menos buena.
Sin saber cómo ha venido te ha cogido la tormenta

Él quería cruzar los mares y olvidar a su sirena
la verdad, no fue difícil cuando conoció a Mariela,
que tenía los ojos verdes y un negocio entre las piernas.
Hay que ver que puntería, no te arrimas a una buena.

Soldadito marinero conociste a una sirena
de esas que dicen te quiero si ven la cartera llena.
Escogiste la más guapa y a la menos buena.
Sin saber cómo ha venido te ha cogido la tormenta

Después de un invierno malo, una mala primavera
dime por qué estás buscando una lágrima en la arena


Fito y Fitipaldis

lunes, enero 18, 2010

Todo se transforma




Tu beso se hizo calor,
Luego el calor, movimiento
Luego gota de sudor
Que se hizo vapor, luego viento
Que en un ricón de La Rioja,
Movió el aspa de un molino
Mientras se pisaba el vino
Que bebió tu boca roja

Tu boca roja en la mía,
La copa que gira en mi mano,
Y mientras el vino caía
Supe que, de algún lejano rincón
De otra galaxia, el amor que me darías
Transformado volvería, un día, a darte las gracias

Cada uno da lo que recibe
Luego recibe lo que da
Nada es más simple
No hay otra norma
Nada se pierde
Todo se transforma
Todo se transforma

El vino que pagué yo,
Con aquel euro italiano,
Que había estado en un vagón
Antes de estar en mi mano
Y antes de eso, en Torino
Y antes de Torino, en Pratto
Donde hicieron mi zapato
Sobre el que, caería el vino

Zapato que en unas horas,
Buscaré bajo tu cama
Con las luces de la aurora
Junto a tus sandalias planas
Que compraste aquella vez
En Salvador de Bahía
Donde a otro diste el amor, que hoy yo, te devolvería

Cada uno da lo que recibe
Luego recibe lo que da
Nada es más simple
No hay otra norma
Nada se pierde
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma

Supe que, de algún lejano rincón
De otra galaxia, el amor que me darías
Transformado volvería, un día, a darte las gracias

Cada uno da lo que recibe
Luego recibe lo que da
Nada es más simple
No hay otra norma
Nada se pierde
Todo se transforma

Nada se pierde
Todo se transforma

Nada se pierde
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma
Todo se transforma



Jorge Drexler


Explotación didáctica (Pilar Carilla)

domingo, enero 17, 2010

Hoy que te amo


Hoy que te amo, mujer, amiga y compañera,
vamos a creer que nuestras manos crecen,
y que tenemos mil dedos o diez mil, y que todos
son como antorchas que a la noche amanecen.

Hoy que te amo, voy a incendiar el aire
con la risa y el beso de tu voz y la mía.
Voy a aventar lo que de bueno tenga
con tu contacto de piel amanecida.

Hoy que te amo, dejará de ser
la libertad una palabra escrita en la pared.

Hoy que te amo, el mundo, tú y nosotros
baila en corro una danza solidaria,
y se buscan las manos y nuestro amor de golpe
como una lluvia fértil se derrama.

Estaba yo, ¿te acuerdas?, cantándote estas cosas
junto a la puerta del Museo del Prado.
Un hombre se acercaba, muy amable nos dijo:
"Está prohibido que estén aquí sentados".

Pablo Guerrero


Pablo Guerrero

Luis Eduardo Aute


Para Emilia, el Sol de mi vida

Alma mía


Alma mía sola, siempre sola,
sin que nadie comprenda tu sufrimiento,
tu horrible padecer;
fingiendo una existencia siempre llena
de dicha y de placer,
de dicha y de placer...

Si yo encontrara un alma como la mía,
cuantas cosas secretas le contaría,
un alma que al mirarme sin decir nada
me lo dijese todo con su mirada.

Un alma que embriagase con suave aliento,
que al besarme sintiera lo que yo siento,
y a veces me pregunto que pasaría
si yo encontrara un alma como la mía.

María Greever


Pedro Guerra

lunes, enero 11, 2010

El 7 de septiembre




Parece mentira
que después de tanto tiempo
rotos nuestros lazos
sigamos manteniendo la ilusión
en nuestro aniversario.

La misma mesita
que nos ha visto amarrar
las manos por debajo
cuida que el rincón de siempre
permanezca reservado.

Y aunque la historia se acabó
hay algo vivo en este amor
que aunque empeñados en soplar
hay llamas que ni con el mar.

Las flores de mayo
poco a poco cederán
a las patas de gallo
y nos buscaremos con lo ojos
por si queda algo.

El siete de septiembre
es nuestro aniversario
y no sabremos si besarnos
en la cara o el los labios.

Y aunque la historia se acabó
hay algo vivo en este amor
que aunque empeñados en soplar
hay llamas que ni con el mar.

El siete de septiembre
es nuestro aniversario


Mecano

María en el corazón


Línea 4 "San Bernardo"
y apagándose el verano,
los dos metros se pararon.
Y yo, sentado, mirando.

Sentada en el tren contrario,
también me estaba mirando.
Sonreí, sonrió, y supe
que no estaba soñando.

Pobré a cerrar los ojos
por ver si se evaporaba,
y el destino, en un antojo,
la mantuvo en la ventana.

Dijo su nombre en un gesto
que ni dijo, ni se oía,
pero yo sentí un estruendo,
y el estruendo repetía:

María.
Dijo en silencio.
María.
Repetí ileso.

María.
Sencillamente.
Y yo ileso.
Milagrosamente.

Yo le propuse bajarnos
y sonó como un disloque.
Ella bajó la cabeza,
negando, con un reproche.

Luego volvió a sonreír,
y se dio la vuelta en vuelo,
pintando en el aire olores,
revueltos como pañuelos.

Silbó el metro y de repente,
lo que no empezó, acababa.
Y María entre la gente,
se fue junto a su ventana.

Yo me quedé en el vagón,
moviendo la testa en vano.
María en el corazón.
Y el corazón en la mano.

María.
Dijo en silencio.
María.
Repetí ileso.

María.
Sencillamente.
Y yo ileso.
Milagrosamente.



Patxi Andión

domingo, enero 10, 2010

Albada




Adiós a los que se quedan
y a los que se van también.
Adiós a Huesca y provincia
a Zaragoza y Teruel.

Esta es la albada del viento
la albada del que se fue
que quiso volver un día
pero eso no pudo ser.

Las albadas de mi tierra
se entonan por la mañana
para animar a las gentes
a comenzar la jornada.

Arriba los compañeros
que ya ha llegado la hora
de tener en nuestras manos
lo que nos quitan de fuera.

Esta albada que yo canto
es una albada guerrera
que lucha porque regresen
los que dejaron su tierra.



José Antonio Labordeta / Cantata para un país

Carmen París y Hevia

Asturias, patria querida




Asturias, patria querida,
Asturias de mis amores;
¡quién estuviera en Asturias
en todas las ocasiones!

Tengo de subir al árbol,
tengo de coger la flor,
y dársela a mi morena
que la ponga en el balcón.

Que la ponga en el balcón,
que la deje de poner,
tengo de subir al árbol
y la flor he de coger.

Coral Cima de Parres

Mi querida España




Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

De tu santa siesta
ahora te despiertan
versos de poetas.

¿Dónde están tus ojos?
¿Dónde están tus manos?
¿Dónde tu cabeza?

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

De las alas quietas,
de las vendas negras,
sobre carne abierta.

¿Quién pasó tu hambre?
¿Quién bebía tu sangre
cuando estabas seca?

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Pueblo de palabra
y de piel amarga,
dulce tu promesa.

Quiero ser tu tierra.
Quiero ser tu hierba
cuando yo me muera

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.
Mi querida España,
esta España nueva,
esta España vieja.

De tu santa siesta
ahora te despiertan
versos de poetas.

¿Dónde están tus ojos?
¿Dónde están tus manos?
¿Dónde tu cabeza?

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España viva,
esta España muerta.

De las alas quietas,
de las vendas negras,
sobre carne abierta.

¿Quién pasó tu hambre?
¿Quién bebió tu sangre
cuando estabas seca?

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España en dudas,
esta España cierta.

Pueblo de palabras
y de piel amarga,
dulce tu promesa.

Quiero ser tu tierra,

quiero ser tu hierba
cuando yo me muera.

Mi querida España,
esta España mía,

esta España nuestra.

Mi querida España,
esta España mía,
esta España nuestra.


Cecilia. (Versión censurada)

Cecilia. (Versión original)

El sitio de mi recreo




Donde nos llevó la imaginación
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos

Donde se creó la primera luz
germinó la semilla del cielo azul
volveré a ese lugar donde nací

De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo
De nieve, huracán y abismos
el sitio de mi recreo

Viento que en su murmullo parece hablar
mueve el mundo y con gracia le ves bailar
y con él el escenario de mi hogar.
Mar bandeja de plata, mar infernal
es un temperamento natural
poco o nada cuesta ser uno más.

De sol, espiga y deseo
son sus manos en mi pelo
De nieve huracán y abismos
el sitio de mi recreo,

Silencio, brisa y cordura
dan aliento a mi locura
Hay nieve, hay fuego, hay deseos
allí donde me recreo



Antonio Vega

Antonio Vega y José Ignacio Lapido

Gracias a Purificación Llanos